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Las campanas viajarán desde Normandía hasta la Iglesia latina de Mosul..

Cristianos perseguidos

El largo viaje de las campanas de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael hasta la Iglesia de Mosul

Las tres campanas ha sido fundidas en una forja artesanal de Villedieu-les-Poêles Cornille Havard, en Normandía (Francia), combinando tecnología moderna y tradiciones medievales

El «viaje» está previsto para el próximo mes de marzo, cuando las tres campanas rebautizadas con los nombres de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael, abandonarán Normandía para llegar a Mosul y ser reubicadas en el campanario de la que todo el mundo conoce como la «iglesia del reloj», o «iglesia de la hora». El anuncio lo ha hecho Agencia Fides y los canales de información de la Unesco, el organismo de la ONU implicado en los proyectos de reconstrucción de la parte histórica de la ciudad del norte de Irak, aún marcada por la devastación de la ocupación yihadista.

Las tres campanas ha sido fundidas en una forja artesanal de Villedieu-les-Poêles Cornille Havard, en Normandía (Francia), combinando tecnología moderna y tradiciones medievales. La Unesco también informa de que las obras de restauración de toda la iglesia deberían estar terminadas en 2023.

Las fuentes locales con frecuencia suelen dar noticias ambivalentes y en cualquier caso nada reconfortantes sobre el «regreso» de las familias cristianas que huyeron de Mosul en 2014, cuando la ciudad se convirtió en la capital iraquí del autoproclamado Estado Islámico (Daesh). Tras los años de ocupación yihadista, que se prolongaron hasta 2017, la convivencia social de la ciudad podrá volver a estar acompañada por el repique de las campanas de la «iglesia del reloj», uno de los signos más sencillos y discretos por los que la presencia cristiana se hace perceptible a todos, con el paso de los días.

Cuando había paz en Mosul

La iglesia de Nuestra Señora de la Hora (Al-Saa'a) está situada en el corazón de Mosul, en el cruce de las dos calles principales que atraviesan la ciudad vieja. Construida a finales del siglo XIX, siempre se ha considerado uno de los símbolos de Mosul, sobre todo por su visible campanario con un gran reloj, donado a la iglesia por la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III. La iglesia, históricamente oficiada por los Padres Dominicos, había sido gravemente dañada durante la ocupación yihadista (pero no destruida, como afirmaron en su momento los rumores relanzados por algunos medios de comunicación proclives al sensacionalismo más engañoso).

Iglesia latina de Mosul (1940)

La restauración del edificio había sido incluida en el plan de restauración de iglesias y monasterios devastados durante el periodo de ocupación yihadista. También se inició un programa de reconstrucción gracias a una contribución de la Unión Europea.

La Iglesia dominica de Mosul es heredera de una larga tradición. La Orden de Predicadores ya había llegado a Mesopotamia en el siglo XIII y había establecido su convento también en Mosul. «Las campanadas del reloj de esa iglesia, –declaró la hermana Luigina Sako, superiora de la casa romana de las Hermanas Caldeas Hijas de María (y hermana del patriarca caldeo Louis Raphael)–, marcaron nuestra juventud, cuando Mosul era una ciudad donde la gente convivía en paz. Recuerdo que de estudiantes, cuando teníamos un examen importante, íbamos todos, cristianos y musulmanes, a llevar tarjetas con nuestras peticiones de ayuda a la gruta de Lourdes que albergaba esa iglesia, que también nuestros amigos islámicos conocían y honraban como 'la iglesia de la Virgen Milagrosa'».