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Los Hermanos Galindo arrasan en Internet con sus villancicos

Los Hermanos Galindo, la familia de jóvenes músicos cuyos villancicos enamoran a Internet

El músico y compositor Álvaro Galindo explica el origen del proyecto y cuál es el «hambre de Dios» a la que responden sus canciones navideñas

«Tengo que andar con cuidado, piensa la mula, / pues tengo sobre mí a María y al Niño». Si has reconocido este verso, tal vez seas uno de los más de 12.000 seguidores de los Hermanos Galindo, el popular grupo musical formado por tres hermanos que lleva varias Navidades renovando el repertorio de villancicos de no pocas familias. Ellos son Cati, Pilar y Álvaro: «De nueve hermanos, somos los tres pequeños», explica este.

En 2022, los Hermanos Galindo han publicado su tercer disco recopilatorio de villancicos –esta vez, incluyendo composiciones originales–, y ya están pensando en cerrar la tetralogía con un cuarto y último álbum. «En nuestra familia siempre ha habido muchísima tradición de villancicos, nos pasamos las Nochebuenas cantándolos durante horas», explica Álvaro Galindo, que estima que deben conocer más de un millar, de todas partes del mundo.

Del «popurrí» a los villancicos

Tanto Álvaro como Cati, Pilar y el resto de sus hermanos tienen formación musical, aunque ninguno de sus padres es músico. El motivo –según explican en su página web–es la «envidia de la buena»: su hermana mayor, Teresa, comenzó a acudir a clases en el conservatorio y el resto de hijos e hijas siguió aquella inquietud. Hoy los hijos de Teresa aparecen a menudo en los villancicos de los Galindo.

Al principio, grabar discos navideños no estaba en la cabeza de ninguno de los tres hermanos que forman el núcleo del grupo. Cuando Álvaro terminó sus estudios de composición, comenzó a subir música a YouTube para ver la respuesta del público: melodías inspiradas en la saga literaria Crónica del asesino de reyes, canciones de Disney junto a su hermana Cati, covers de éxitos del pop español, temas propios… «Era un popurrí», reconoce.

Poco a poco, fueron encontrando su identidad como grupo –«unos hermanos que cantamos en familia, hacemos música y nos lo pasamos bien», explica Álvaro Galindo–, e incluso sacaron un primer disco en 2019, Canción de una vida, de corte autobiográfico. En aquel momento habían lanzado ya tres villancicos –el citado Piensa la mula, A tu lado quiero niño y Canción de cuna– que tuvieron bastante repercusión, en concreto el primero.

«Hambre» de Dios y de familia

Esto les llevó a plantearse hacer un disco de villancicos, que grabaron durante el confinamiento causado por la pandemia de covid-19, y plantearon el proyecto de publicar cuatro discos en cuatro años. «Es una sensación extraña: trabajas todo el año para un mes, y dudas de si le va a gustar a alguien… pero consuela al ver el cariño de la gente, eso lo paga todo», confiesa el joven compositor.

En la motivación de este proyecto de cuatro años, explica, está también la voluntad de «rescatar villancicos olvidados o menos conocidos y hacer que perduren». Galindo destaca también la diversidad de estilos que puede haber en la música navideña: «La Navidad –reflexiona– tiene muchísimo rando emocional, desde las oraciones más contemplativas a las celebraciones más festivas; creo que no hay que limitarse».

Los tres hermanos tenían clara, eso sí, una premisa: «Las letras de nuestros villancicos tienen que hablar de Dios», dice Galindo, que ve en la sociedad un «hambre» de Dios, de valores cristianos y de la belleza de la familia. «Creo que los villancicos –añade– han triunfado por esos dos pilares: porque hablan de Dios y de la familia».

El músico explica que, de sus primeros vídeos, el que tuvo más visitas fue la cover de El latido de mi corazón, de la película Coco. «Aquella recepción nos indicó que la gente busca valores familiares, y la mayor riqueza que podemos aportar nosotros, nuestro mayor tesoro, es nuestra familia», plantea.

El último gran proyecto de los Hermanos Galindo ha sido la formación de un coro infantil, en el Colegio Padre Garralda, de Villanueva de la Cañada; un centro público. Con ellos, gracias a la colaboración del director de coro Pablo del Campo, han grabado tres villancicos, incluidos en el disco recién publicado.

Álvaro adelanta que ya tienen en mente los próximos proyectos de los Hermanos Galindo, pero no quiere desvelar la sorpresa. Sí recuerda una anécdota que, dice, ilustra ese hambre de la que hablaba: «Una de las niñas del coro -recuerda- me preguntó si las letras hablaban de Dios porque los villancicos son así o si era porque nosotros creíamos en Él y queríamos cantarle». ¿Qué le respondió? Sonríe: «Qué las dos cosas, ¿no?».