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La Biblia y el machete en la Iglesia de Lolo: el 'ora et labora' en la República del Congo

Monseñor Ndongo relata el contexto de extrema pobreza que encontrará el Papa Francisco en su visita a la República Democrática del Congo

Monseñor Jean-Bertin Nadonye Ndongo, obispo de Lolo reconoce el gran acontecimiento que supone la visita del Papa Francisco a su tierra, la República Democrática del Congo. En declaraciones a Agencia Fides, relata el contexto de pobreza absoluta que encontrará el Santo Padre durante su inminente visita.

Monseñor Ndongo ha señalado la importancia de la creación del Centro de Formación Catequética, Pastoral y Ecológica 'Mobokoli' para la educación de sus fieles. El centro comenzó a funcionar en el curso 2018-2019, en la selva ecuatorial del noroeste de la República Democrática del Congo, donde más del 93 % de la población vive en la pobreza absoluta.

Hay unos 200.000 habitantes, repartidos en 293 pueblos, aislados incluso entre sí, en una superficie de 10.000 kilómetros cuadrados. «Hay 317 catequistas al servicio de 10 parroquias. Además, se debe considerar que una sola parroquia puede comprender una treintena de pueblos diseminados por un vasto territorio. Puede pasar incluso un año entre las visitas del párroco al mismo pueblo. En esta situación, son los catequistas quienes guían a la comunidad de fieles, presidiendo la celebración dominical de la Palabra», afirma Monseñor Ndongo.

«Cuando me convertí en obispo de la diócesis de Lolo,–reconoce Ndongo– me di cuenta en mis reuniones pastorales de la necesidad de mejorar la formación de los catequistas, también en lo que se refiere a las relaciones con otras confesiones cristianas», explica el obispo. «Una de las preguntas más frecuentes era, por ejemplo, '¿por qué los católicos os bautizáis a una edad temprana y no de adultos?'. Por eso decidimos crear una escuela que ofreciera una sólida formación a nuestros catequistas».

...Agencia Fides

«Empezamos a construir el Centro en 2017, iniciando la construcción de 10 casas con materiales de la zona. Una para cada parroquia –recuerda Monseñor Ndongo–. Cuando vinieron de visita amigos de Missio Aachen, nos ayudaron a reconstruir los edificios con mejores materiales. En tres años, teníamos las 10 casas para alojar a los estudiantes. También construimos la casa del director y la escuela dividida en tres aulas, dos para mujeres y una para hombres».

'Ora et labora'

Monseñor Ndongo subraya la importancia de la educación impartida a las mujeres, a menudo analfabetas: «Las mujeres, casadas con un catequista que a su vez se está formando, reciben dos formaciones distintas.

Además del de catequesis, también hay uno de desarrollo humano centrado en la alfabetización, cursos de costura y labores del hogar. De este modo, cuando regresan al pueblo, las parejas de catequistas, marido y mujer, se convierten no sólo en un punto de referencia para los católicos, sino también en agentes de desarrollo humano para todos los habitantes, especialmente las mujeres».

Según el obispo de Lolo, «la formación de los hombres, además de la teológica y moral, incluye una parte llamada 'civil' (sobre derechos humanos y cívicos), y una parte práctica sobre cómo impartir las enseñanzas cristianas a quienes solicitan ingresar en la Iglesia católica».

Y por último, concluye el obispo, «una parte dedicada al desarrollo humano, centrada en la agricultura y la ganadería. De ahí que el símbolo de la escuela sea una Biblia abierta con un machete al lado para recoger los frutos de la tierra», siguiendo la guía de la regla que civilizó a la propia Europa: el Ora et Labora de los monjes cristianos.