Dos monjas rebeldes se atrincheran en su convento y reciben un duro castigo del Vaticano
Las dos religiosas protestaban contra el cierre del convento y su seguro traslado a otra comunidad
El Vaticano ha privado de los votos a las dos hermanas «rebeldes» de santa María en Ravello, el idílico convento de la Costa amalfitana en el que se habían atrincherado dos monjas como protesta contra el cierre de la comunidad, según comunica Affar italiana.
«Desobedecieron a la Iglesia y a la Orden de las Clarisas Urbanistas de Italia. Quedan, pues, dispensados de las obligaciones derivadas de la sagrada ordenación», se puede leer en la comunicación de la Santa Sede.
Largas negociaciones
Las dos monjas protagonistas de la historia son la hermana Maria Cristina Fiore , de 97 años , que vive en el Monasterio de Santa Chiara en Ravello desde 1955, a cargo de la hermana Angela Maria Punnackal y la hermana de 46 años Massimiliana Panza.
Tras varias horas de «negociaciones» con el Comisionado Pontificio, el franciscano Giorgio Silvestri y con sor Damiana Ardesi, presidenta de las Clarisas Urbanistas de Italia habían aceptado el traslado.
Las tres monjas de clausura, para evitar el cierre, habían donado al Vaticano el millonario patrimonio inmobiliario del Monasterio, valorado en 50 millones de euros .
Y en cambio, llegó desde Roma la noticia que las tres hermanas no querían tener: tenían que mudarse y el peligro de cierre era cada vez más concreto. De ahí la forma de protesta, que se resolvió a las pocas horas. Pero tanto sor Angela como sor Massimiliana fueron severamente castigadas: fueron dispensadas de las obligaciones derivadas de la sagrada ordenación, es decir, ya no son monjas .
En los últimos días, sor Massimiliana y sor Angela Maria abandonaron el convento para despedirse de la hermana anciana que permaneció en la comunidad, a cargo de una nueva monja enfermera.