Mil años después del comienzo de su construcción, el santuario apodado 'Maravilla de Occidente', acaba de ser nombrado entre las Siete Maravillas del Mundo por la revista de lujo Condé Nast Traveler.
Los constructores tardaron 500 años en terminar este lugar de devoción al Arcángel San Miguel desde el año 708.
Mathias Neveling
La revista Condé Nast Traveler destaca su combinación armoniosa de piedra y mar, y que «quizás en ningún otro lugar de Europa la arquitectura puede complementarse tan bien con el mundo natural».
Para la UNESCO, «la abadía es un prodigio técnico y artístico que ha tenido que adaptarse a los problemas que plantea este paraje natural único».
Construida en un islote rocoso en medio de infinitos bancos de arena, expuestos a poderosas mareas entre Normandía y Bretaña, la 'Maravilla de Occidente' reta a las inclemencias del tiempo.
Los maestros del gótico aprovecharon al máximo el espacio restringido y la silueta afilada de la solitaria roca.
La UNESCO recuerda que la relación entre el santuario y el vasto paisaje circundante de la bahía se ha mantenido intacta durante siglos.
Uwe Brodrecht
El conjunto de la abadía y del pueblo que la rodea, mantenidos o restaurados a lo largo de los siglos muestran la autenticidad y la tensión por la belleza de la civilización cristiana.