El cardenal Omella advierte de que en España hay niveles de pobreza sin precedentes
Omella ha advertido «de unas décadas inestables con muchos claroscuros que han dibujado un presente gris y proyectan un futuro complicado, si no lo remediamos»
El arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha afirmado que «son tiempos difíciles», en nuestro país, después de tres crisis sociales y que hay «unos niveles de pobreza muy elevados, sin precedentes».
En su carta pastoral La limosna en tiempos difíciles, Omella ha advertido «de unas décadas inestables con muchos claroscuros que han dibujado un presente gris y proyectan un futuro complicado, si no lo remediamos».
Exclusión social
«Son tiempos difíciles. La gran crisis financiera iniciada en 2008 puso de manifiesto las debilidades de nuestro modelo socioeconómico y nuestro pecado. Se produjo un aumento de la pobreza y de la desigualdad, que se ha intensificado con la crisis de la covid en 2020 y, posteriormente, con el aumento de precios de productos de primera necesidad, a raíz de la guerra en Ucrania», ha señalado el arzobispo.
A juicio de Omella y según datos del Instituto Nacional de Estadística, más de trece millones de personas se encuentran en situación de exclusión social y que en la archidiócesis de Barcelona «la evolución de las cifras es alarmante: pasó de 585.000 personas, en el año 2018, a 885.000, en 2021».
No debemos desviar la mirada hacia otro lado
Más de 92.000 personas atendidas en Cáritas
El cardenal ha lamentado «con tristeza e impotencia cómo malviven» muchas personas y ha subrayado que en la archidiócesis de Barcelona han atendido más de 92.000 personas durante el año 2021. «Un porcentaje elevado de ellas han tenido que cambiar de domicilio por cuestiones económicas», ha subrayado.
Abramos los ojos para ver la realidad que nos rodea
Según el cardenal Omella, «es necesario tomar conciencia de la angustia y del sufrimiento que supone no poder llegar a final de mes y no poder cubrir los gastos básicos. Por ejemplo, muchas personas no pueden alimentarse debidamente con productos nutritivos de calidad». «Cuando los ingresos mínimos no pueden cubrir las necesidades más básicas de una persona o familia con niños –ha agregado–, todos deberíamos hacer algo. No debemos desviar la mirada hacia otro lado. De hecho, todos estamos expuestos a tener que empezar de nuevo».
Por eso, el presidente de los obispos ha hecho un llamamiento para que, «ante las escandalosas cifras de pobreza, reaccionemos y dejémonos afectar. Ahora que estamos en tiempo de Cuaresma, no olvidemos la limosna, un gesto de amor al prójimo que nos acerca a Dios». «Abramos los ojos para ver la realidad que nos rodea y abramos los corazones a quienes sufren las desigualdades e injusticias sociales. Nuestra generosidad de corazón será consuelo y esperanza para muchos», ha concluido el cardenal Omella su carta dominical.