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El arzobispo Stanisław Gądecki pide enmarcar en el contexto histórico en el que se forjaron esas acusaciones.GTRES

Los obispos polacos denuncian el intento de desacreditar a san Juan Pablo II

En una declaración emitida este 9 de marzo, el arzobispo Stanisław Gądecki pide enmarcar en el contexto histórico en el que se forjaron esas acusaciones, en plena guerra fría, cuando Polonia formaba parte del bloque comunista

El arzobispo Stanisław Gądecki constata que las acusaciones lanzadas en días recientes se basan en documentos elaborados por la policía comunista del régimen polaco. La investigación del proceso de canonización dio resultados totalmente opuestos.

Ante los ataques contra san Juan Pablo II, a quien se le acusa de desatender casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes cuando era arzobispo de Cracovia, el presidente del episcopado polaco constata que las supuestas pruebas se basan en informes de la antigua policía comunista.

En una declaración emitida este 9 de marzo, el arzobispo Stanisław Gądecki pide enmarcar en el contexto histórico en el que se forjaron esas acusaciones, en plena guerra fría, cuando Polonia formaba parte del bloque comunista.

La polémica

Un documental emitido en Polonia por la cadena privada TVN el 5 de marzo, así como un libro publicado el 8 de marzo por el periodista holandés Ekke Overbeek, han relanzado la polémica sobre la actitud del cardenal Karol Wojtyła, futuro Juan Pablo II, ante los casos de sacerdotes de la diócesis de Cracovia culpables de abusos sexuales a menores.

En particular, el documental destaca el caso de un sacerdote que supuestamente fue trasladado a una parroquia austriaca, con una carta de recomendación del cardenal Wojtyła, arzobispo de Cracovia entre 1964 y 1978, a su colega de Viena, el cardenal Franz König.

Manipulación de la verdad

Para monseñor Gądecki, arzobispo de Poznan, estos intentos de «desacreditar» la persona y la obra del pontífice polaco, «bajo la apariencia de preocupación por la verdad y el bien, son chocantes».

En su opinión, estas «voces» evalúan a Karol Wojtyła «de forma sesgada», ignorando el contexto histórico marcado por los ataques del régimen comunista a la Iglesia católica. Así, en aquella época, recuerda, las leyes, la conciencia social y las costumbres eran «diferentes».

«Ser pastor de la Iglesia en una época en la que Europa estaba dividida entre Occidente y el bloque soviético significaba enfrentarse a retos difíciles», señala el arzobispo de Poznan. Se trata, pues, de no aceptar «acríticamente los documentos creados por los servicios de seguridad como fuentes creíbles».

El prelado considera que san Juan Pablo II se convirtió en «una referencia moral». Bajo su pontificado, recuerda, «la Iglesia hizo un esfuerzo decisivo por establecer estructuras y desarrollar procedimientos claros para garantizar la seguridad de los niños y los jóvenes, y castigar correctamente a los culpables de delitos sexuales».

«San Juan Pablo II es uno de los papas más eminentes y uno de los más grandes polacos –asegura–. Su predicación, sus visitas apostólicas y sus esfuerzos diplomáticos contribuyeron al crecimiento espiritual de millones de personas en todo el mundo. Para ellos, el Papa polaco fue y sigue siendo un punto de referencia moral, un maestro de la fe y un intercesor en el cielo».

La canonización

Por su parte, monseñor Sławomir Oder, postulador del proceso de beatificación y canonización de san Juan Pablo II, ha declarado a El Debate que estas acusaciones fueron analizadas durante el proceso que acabó con la declaración de la santidad de Karol Wojtyla.

El prelado polaco explica que la cuestión fue analizada por diferentes comisiones de expertos, y se consultaron incluso los archivos secretos vaticanos.

«Se confirmó la convicción de que san Juan Pablo II es un hombre que estuvo por encima de toda sospecha de subterfugio en este campo», concluye.