Menéndez Ros cuestiona a la auténtica Iglesia necesitada: «¿Nosotros que huimos de la cruz?»
El director de ACN en España participa este fin de semana en las XVII Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco
El director en España de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, en sus siglas en inglés) Javier Menéndez Ros lo tiene claro: «Cada año, la libertad religiosa empeora en el mundo». Con más de 23.000 benefactores en nuestro país, ACN es la fundación pontificia dedicada a apoyar la labor evangelizadora de la Iglesia en las comunidades más necesitadas, discriminadas y perseguidas del globo.
Este fin de semana, Menéndez Ros participa como ponente en las XVII Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco, organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP). El evento tendrá lugar en Bilbao, con el lema David vs Goliath. La verdad se abrirá paso, y cuentan también entre sus invitados con el teólogo dominico fray Nelson Medina, el escritor Juan Manuel de Prada o el cardenal Gerhard Müller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
–El título de su ponencia en Bilbao se titula 'La realidad de la Iglesia perseguida'. A grandes rasgos, ¿ cómo está la situación en 2023?
–No podemos hablar de persecución sin hablar de libertad religiosa, que es un derecho fundamental y actúa como barómetro: cuando falla este, fallan muchos otros, como la libertad de expresión o de reunión. Cada dos años, ACN publica el Informe de Libertad Religiosa en el Mundo. El último data de 2021, y en junio publicaremos el próximo. Aunque no puedo adelantar los resultados sí diré lo peor: la mayor parte de las conclusiones del anterior siguen siendo válidas. La libertad religiosa, lejos de mejorar, se vulnera más a cada año que pasa.
El laicismo se impone en los países europeos, y se está apartando el hecho religioso
–¿Cuáles son los países que más le preocupan?
–520 millones de personas –es decir, dos tercios de la población mundial– viven en un país donde se viola la libertad religiosa. En muchos, además, ha empeorado respecto a 2021. Por ejemplo, en Nigeria, que hoy es el país más letal para los cristianos: se calcula que solo en 2022 fueron asesinados 5.014 personas solo por ser cristianas. Es una salvajada de la que el mundo no tiene mucho conocimiento. Pakistán tampoco deja de empeorar, con conversiones forzosas y extralimitándose en la ley contra la blasfemia, o la India, donde el gobierno cada vez excluye más a las religiones que no sean la hindú. En Hispanoamérica, el peor caso posiblemente sea Nicaragua: todos conocemos los secuestros de sacerdotes o la expulsión de órdenes religiosas, incluso de Cáritas… Es un caso muy preocupante.
–¿Considera que en Europa también se ataca la libertad religiosa?
–En Europa sufrimos una persecución silenciosa, lo que el papa Francisco llamó polite persecution, o «persecución educada». El laicismo se impone en los países europeos, y se está apartando el hecho religioso -que ha sido su raíz- de la vida social. En Inglaterra, por ejemplo, ya se ha prohibido rezar cerca de hospitales que practican abortos, y en España tenemos el problema con la objeción de conciencia de los sanitarios que no quieren practicar la eutanasia.
–En otra entrevista para El Debate decía que «cuanto más castigada está la fe, más vocaciones surgen». ¿Sigue siendo cierto a día de hoy?
–Totalmente, y te puedo contar una experiencia personal. Odisha es uno de los estados de la India donde más se persigue a los cristianos, con ataques a iglesias y asesinatos masivos. Cuando lo visité, el obispo John Barwa me explicó cómo los cristianos habían realizado un esfuerzo sobrehumano -porque va más allá de los límites humanos- por perdonar, y cómo este perdón había convertido a muchos de los que habían causado tanto daño. También me explicó cómo esto había producido el florecimiento de muchas vocaciones, tanto masculinas como femeninas. También lo vi en Nigeria: los seminarios están llenos a pesar de los ataques que sufren.
¿Cuál es, entonces, la Iglesia necesitada: ¿la que tiene falta de recursos materiales o la nuestra, que huimos de la cruz?
–¿Diría que, por contraste, los cristianos en Europa están algo adormilados?
–Algo no: ¡yo diría que estamos muy adormilados! Claro que hay cristianos muy comprometidos en muchas realidades eclesiales, pero si tuviera que describir el catolicismo en España y en Europa, diría que es una fe apocada, encerrada y muy comodona. Somos poco dados a lanzarnos, a denunciar hechos como el asesinato de muchos hermanos nuestros en todo el mundo.
–A menudo, este tipo de noticias no llegan al gran público.
–Estamos poco y mal informados, y de ahí que en ACN consideremos la comunicación como un fin en sí mismo. A los más de 23.000 benefactores que tenemos en España les pedimos que estén atentos a las noticias, y que oren por la Iglesia necesitada. Y ojo, que esta oración va en los dos sentidos: nos consta que los cristianos de estos países rezan por nosotros, que durante tanto tiempo hemos sido su sostén. Occidente ha suministrado misioneros a sus parroquias durante muchos siglos y ahora son las nuestras las que están llenas de sacerdotes de África, América o Asia.
–¿La Iglesia occidental y rica también es una Iglesia necesitada?
–El fundador de ACN, el sacerdote holandés Werenfried van Straaten, decía que «la Iglesia está más floreciente allí donde sufre, y más necesitada allí donde huye de la cruz». Así que sí, cabe preguntarse cuál es, entonces, la Iglesia necesitada: ¿la que tiene falta de recursos materiales o la nuestra, que huimos de la cruz?