'Libres', la película que muestra la grandeza de la vida monástica

El director y productor, Santos Blanco, habla en exclusiva para El Debate sobre la primera producción cinematográfica que entra en la clausura de doce monasterios de monjas y monjes contemplativos para introducir al espectador en un inesperado viaje interior.

Libres. Este es el título de la película, que se estrenará en cines españoles el 21 de abril, en la que por primera vez el espectador podrá adentrarse en la clausura de doce monasterios españoles para conocer los motivos que llevan a una persona, en pleno siglo XXI, a encerrarse entre muros por el resto de su vida.

Su director, Santos Blanco, confiesa tras rodar esta producción que ha podido descubrir en esas mujeres y hombres, que han consagrado su vida a Dios en oración y trabajo, a «faros que iluminan el camino de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo».

Libres, primera coproducción entre Bosco Films y Variopinto Producciones, se convierte en una película que sólo podría producirse en España, el país con el mayor número de monasterios de clausura.

Como Santos Blanco revela a El Debate esto solo podía realizarse gracias a que los monasterios estuvieron dispuestos por primera vez a abrir sus puertas, gracias a la confianza que ha sabido instaurar la Fundación DeClausura.

Libres tiene un mensaje para todos, con o sin feSantos Blanco

–¿Cómo surge la idea de rodar esta película-documental?

–La idea surge, cuando nos encierran en la pandemia, a través de un amigo y unos de los inversores la película, Borja Barragán, fundador de Altum. Me llamó, porque la Fundación DeClausura le estaba pidiendo ayuda para los monasterios y conventos en España. Muchos de ellos no tenían manera de subsistir, al tener que cerrar sus tornos. Ese es un elemento fundamental para los ingresos de estas comunidades. Algunos conventos no tenían prácticamente ni para comer.

Esa fue la semilla. Conocimos también en esos momentos a Lucía González-Barandiarán, directora y fundadora de Bosco Films, y creamos una campaña de comunicación para conseguir donaciones para los monasterios y conventos.

La campaña fue un éxito y la gente se volcó. De ese modo entramos en contacto con el director de la Fundación DeClausura, Agustín de Asís. Cuando terminamos el confinamiento, nos encargaron una campaña de publicidad y la rodamos en un monasterio. Este fue nuestro primer acercamiento a los conventos y monasterios de vida contemplativa.

Cuando pasé unos días en el monasterio de San Pedro de Cardeña, me entró la curiosidad y me sorprendió mucho. Yo soy muy practicante y creyente, pero desconocía ese mundo. Me fascinó. Empecé a leer algún libro relativo a esta realidad de la Iglesia y encontré una cita del Papa Francisco, que aparece en la película: «El mundo os necesita como faros que iluminan el camino de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo».

–¿Descubriste a personas que tienen algo que contar al mundo, supongo?

–Descubrí que eran los samuráis de la oración. Son gente que se dedica a la dimensión espiritual toda su vida y, por tanto, había que llegar hasta el final de la historia de estas personas.

Empecé a fraguar esa idea en mi cabeza y se la comenté a un amigo. En esos meses, apreció otro de los inversores, que es padre de un monje. Y decidimos que había que hacer algo. En ese punto, el proyecto empezó a ser una realidad.

De esto, hace ya dos años y medio. Lucía González-Barandiarán se sumó al carro, y empezamos esta aventura, que se llama Libres. Hemos rodado en doce conventos y monasterios, gracias a la Fundación DeClausura, la cual nos gestionó el contacto con ellos y el asesoramiento.

–¿Cuándo podremos ver «Libres» en la gran pantalla? ¿Cómo podemos ayudar a que esta película sea un éxito de taquilla?

–El 21 d abril se estrenará en los cines. Nuestro objetivo con Libres es que no sólo la vean personas de fe. Libres tiene un mensaje para todos, con o sin fe. Me gustaría que la viera todo tipo de público.

Para ayudarnos, lo mejor es el boca–oreja. También nos podréis ayudar entrando en estos enlaces para que pedir que la película sea proyectada en salas de cines de su ciudad.