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El Papa Francisco junto a integrantes de Mediterranea Saving Humans. Ferrari aparece con clerygman, abajo a la derechaTwitter

Mattia Ferrari: el sacerdote amenazado por las mafias libias de migrantes en el Mediterráneo

El sacerdote ha denunciado en la Fiscalía de Módena las amenazas que estaría sufriendo por parte de la mafia de Libia

MMattia Ferrari, el capellán del Mare Jonio, un barco de la asociación humanitaria Mediterranea Saving Humans que se dedica al rescate de inmigrantes en el Mar Mediterráneo, ha denunciado en la Fiscalía de Módena las amenazas que estaría sufriendo por parte de la mafia de Libia.

«Si me han atacado a mí es porque quieren hacer daño a todos los que nos hemos comprometido con salvar vidas. Las ONG, las asociaciones humanitarias, la Iglesia católica, damos muchos problemas, porque queremos construir una sociedad fraterna, como nos pide el Papa», ha explicado.

Ferrari lamenta que la Fiscalía vaya a archivar la demanda en la que denuncia los ataques personales que desde mayo de 2021 ha recibido en Twitter de cuentas que estarían ligadas a la mafia de Libia, según informaciones periodísticas.

Matteo Zuppi se sumó a las críticas y pidió seguir verificando las responsabilidades

La fiscalía no investiga

«Se dice claramente que ni siquiera fue investigada –ha explicado–. Según el fiscal, no hay necesidad de investigar, porque si un sacerdote ejerce su ministerio de esta manera 'muy distinta de las tradicionales esferas de expresión y lo hace propagando sus obras con tonos legítimamente decididos y claros', no debería sorprenderse de que le amenacen porque se está exponiendo».

Según relata, las amenazas se produjeron por parte de la cuenta en la red social @rgowans que ha sido descrita durante por algunas informaciones periodísticas como la portavoz de la mafia libia. Concretamente, el 30 de mayo de 2021, esa cuenta publicó su foto, con su nombre y una etiqueta en la que se le atacaba comparándolo con «nazis y asesinos comunistas». «Decía que debería avergonzarme y me señaló ante sus seguidores como un enemigo», ha añadido.

Las valoraciones del fiscal de Módena que, en su exposición para archivar la causa alegó que los sacerdotes deben en esencia ser «reservados y guardar silencio», suscitaron protestas tanto en la Iglesia católica como en el mundo del activismo laico.

El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Matteo Zuppi, se sumó a las críticas y pidió seguir «verificando las responsabilidades libias y las responsabilidades de los que amenazaron». En este sentido, Zuppi, instó a poner «un foco de justicia» para que los responsables «sean identificados y procesados».

A Ferrari lo que más le ha sorprendido es «el hecho de que la Fiscalía de Módena diga con toda la tranquilidad del mundo que ni siquiera investigó la causa». «Cuando se critica al Papa y a la Iglesia por actuar de palabra y de obra contra la injusticia, hay que recordar que el Papa y la Iglesia lo hacen por otra persona: Jesús», ha señalado asegurando que la vinculación de esta cuenta de Twitter con la mafia de Libia y con otros estamentos estatales europeos sería un «escándalo».

Frenar el flujo migratorio

Ferrari se encontró el pasado 22 de marzo el Papa en el marco de la audiencia a una delegación de la ONG Mediterranea Saving Humans, que también efectúa labores de ayuda sobre el terreno en Ucrania, encabezada por este sacerdote. También estaban presentes los arzobispos de Palermo y Nápoles, Corrado Lorefice y Mimmo Battaglia, además del Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, cardenal Michael Czerny.

«Quisimos que estuvieran presentes también los arzobispos de Palermo y Nápoles, que como obispos de las dos principales ciudades mediterráneas de Italia son los líderes de la colaboración entre Mediterranea Saving Humans y la Iglesia, porque en primer lugar queríamos agradecer al Papa lo que la Iglesia está haciendo para acompañarnos en esta misión», ha detallado Ferrari.

Retorno de migrantes

Italia renovó en noviembre del año pasado de forma automática el pacto para frenar el flujo migratorio en la ruta del Mediterráneo central por otros tres años con Libia que ha generado polémica en el país. A través de este convenio, el Gobierno italiano forma y ofrece medios a los guardacostas libios. Según una investigación del diario 'Avvenire', esta unidad que estaría formada por milicias privadas que a menudo se alIarían con los traficantes de personas.

Según un cálculo de la ONG Sea Watch, se habrían destinado más de 32,5 millones de euros, aunque no se han hecho públicas las cifras, ni el número de migrantes retornados. Sin embargo, una investigación periodística publicada en el medio italiano digital IrpiMedia, estimó que desde el 1 de enero y hasta septiembre de 2022, han sido retornados más de 16.000 inmigrantes. En junio de 2019, un grupo de abogados internacionales interpuso una denuncia -sin identificar a los responsables- para que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya investigue a la UE por su responsabilidad.