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La Universidad de la Santa Croce en Roma ha debatido sobre la polarización en la IglesiaGTRES

¿Es posible un debate sin enfrentamientos entre los comunicadores de la Iglesia?

Del 2 al 4 de mayo tuvo lugar en la Universidad de la Santa Cruz en Roma la décimo tercera edición del Seminario Profesional para oficinas de Comunicación de la Iglesia. Este año bajo el lema 'Relevancia y escucha: comunicar el mensaje cristiano en la pluralidad de voces contemporáneas'

El congreso de comunicadores de la Universidad de la Santa Cruz en Roma es un evento anual que reúne a unos 300 comunicadores institucionales de decenas de diócesis y conferencias episcopales de todo el mundo (directores de comunicación, portavoces, académicos y periodistas). El evento se llevó a cabo del 2 al 4 de mayo.

El tema principal del congreso fue 'Cómo los comunicadores de Iglesia pueden volver a ser relevantes en la sociedad actual'.

Según un artículo de Vatican News, unos 50 ponentes, entre académicos, consultores, directores de comunicación de las diócesis, de las Conferencias Episcopales, periodistas y más de una veintena de colaboradores se turnaron en el XIII Seminario Profesional sobre las Oficinas de Comunicación de la Iglesia.

El debate presente en la opinión pública está que en parte enriquecen el diálogo y en parte producen confusión y tensión. El ruido informativo, se suma a las agendas de los comunicadores católicos, y oscurece otras cuestiones otras cuestiones igualmente fundamentales para la persona y la sociedad, y sobre las que la Iglesia podría enriquecer la conversación y la búsqueda del bien común, y convertirse en una voz autorizada.

Las oficinas de comunicación de la Iglesia, en su esfuerzo por transmitir la belleza de la propuesta cristiana, tienen el reto de ampliar el debate para no quedar atrapados en preconceptos que refuerzan viejos clichés e impiden abordar los temas en toda su amplitud y, sobre todo, desde una forma de comunicar ágil y fresca.

Pluralidad frente a polarización

En tiempos de cambio social, la propia identidad es probada y en medio de la avalancha social, una larga crisis postcovid– 19, resulta difícil discernir e identificar claramente los valores fundamentales de la institución. Los comunicadores pueden ayudar a los responsables de la organización a resaltar lo esencial de su mensaje y, cuando sea necesario, estimular los cambios necesarios para ser fieles a la misión, quizá soltando el lastre acumulado durante años, es un momento que requiere flexibilidad y capacidad de transformación. Es necesario presentarnos como impecables para las noticias que generar la Iglesia. Son actividades que a menudo generan incertidumbre y tensiones internas, dice el Papa Francisco, «ser fiel implica la capacidad de cambiar».

Unidad y pluralidad

El papel del comunicador es fundamental para saber escuchar las diferentes opiniones, y tener un debate sereno y formado, sobre todo cuidar mucho el lenguaje, para no perder nunca las señas de identidad y tener clara nuestra misión.

¿Cómo se puede estimular el diálogo interno para aumentar la confianza entre personas que comparten la misma fe? ¿Cómo pueden combinarse la unidad y la pluralidad en el debate interno de la Iglesia? ¿Es necesario escuchar las críticas? ¿Es posible ser relevante en el debate público y tomar la iniciativa en la propuesta de soluciones?

Dentro del marco del Congreso se organizaron mesas redondas con profesionales, concentradas en temas como la capacidad de superar la polarización, valorar a los propios empleados y voluntarios, sobre cómo asociar la propia identidad al servicio comunicacional que se desarrolla. Los casos de estudio que se analizaron estuvieron dedicados a la superación de las crisis institucionales, a la actitud de la escucha, al vínculo con los periodistas, a la gestión de los grandes eventos y a la relevancia pública mediante las redes sociales.

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