Las siete cosas que pide el Papa para la JMJ de Lisboa

La cuenta atrás para la Jornada Mundial ya ha comenzado. Entre el 1 y el 7 de agosto de 2023, Lisboa acogerá a miles de peregrinos de todo el mundo. A todos ellos, el Papa Francisco ha querido dirigirse a todos ellos con un mensaje de ánimo. Después de los años de pandemia, que han obligado a posponer el evento hasta este 2023, la capital portuguesa acogerá la JMJ bajo el lema 'María se levantó y partió sin demora'.

Es este mismo mensaje el que inspira la primera petición del Papa: aprender de la Virgen. Partir sin demora fue lo que hizo ella, y es también lo que Francisco ha intentado con sus viajes. «La Madre del Señor es modelo de los jóvenes en movimiento, no inmóviles frente al espejo contemplando su propia imagen o «atrapados» en las redes», afirma el Santo Padre.

La Jornada Mundial de la Juventud tienen una finalidad espiritual, no pretende ser más que es un encuentro con Dios. Un encuentro con un carácter de permanencia, por lo que el Papa pide a los jóvenes que no sea sólo una tormenta de verano.

Las experiencias de JMJ anteriores (Madrid, Río de Janeiro, Cracovia o Panamá) han mostrado ya que tras esos días se multiplican los frutos espirituales en la Iglesia: participación en misa dominical y confesión, vocación... y entre los voluntarios, muchos siguen colaborando en las actividades sociales de sus diócesis.

En la JMJ de Panamá, el Papa recordó que «todos tenemos el teléfono de Jesús», que siempre escucha. No olvidarse de esta línea directa es la tercera petición de Francisco para los jóvenes, y que la a organización de un gran evento como este no sea una distracción de lo verdaderamente importante.

Disfrutar con los amigos tras los años de la pandemia es otro de los puntos más importantes del mensaje del Santo Padre para la JMJ de este año, en el que recordaba: «Los últimos tiempos han sido difíciles, cuando la humanidad, probada ya por el trauma de la pandemia, se ve desgarrada por el drama de la guerra».

La solución, continúa Francisco, pasa por acogerse al modelo de la Virgen con su visita a su prima, que «reabre para todos y especialmente para ustedes, que son jóvenes como ella, el camino de la proximidad y del encuentro».

Como encuentro internacional, uno de los objetivos principales que el Pontífice pide a los jóvenes que hagan suyo es construir puentes. Así, pide una alianza entre mayores y jóvenes, para no olvidar las lecciones del pasado y superar los extremismos. Francisco ha convocado a miles de personas para hacer puentes entre generaciones, entre culturas y entre ideologías y bajo el mayor puente de la Unión Europea se cerrará esta JMJ con la misa de envío.

No son solo necesarios los puentes, sino también la acogida. En este sentido, el Papa Francisco aconseja a los jóvenes imitar la hospitalidad de Isabel y hacer un mundo más acogedor, pero sobre todo para los más vulnerables. «A Jesús no le bastaba con mirarnos desde lejos, sino que quería estar con nosotros, quería compartir su vida con nosotros», escribe.

Por último, ya solo queda pedir a los jóvenes que se inscriban para la JMJ, así lo pidió en una audiencia el pasado 23 de octubre. Las inscripciones están disponibles en la página web oficial de la Jornada Mundial de la Juventud, cuyo plazo no ha terminado todavía.