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Mónica Guerrero, la fotógrafa de los peregrinos a Guadalupe.

Los fieles de Guadalupe cambiaron para siempre a Mónica Guerrero, la fotógrafa peregrina

La fotógrafa mexicana, Mónica Guerrero, desafía con su obra a la policía migratoria de Estados Unidos, después de encontrarse con los peregrinos a la Basílica de la Virgen de Guadalupe

Mónica Guerrero Mouret (Ciudad de México 1962) se ha convertido en una de las fotógrafas más expuestas fuera de su país. Conservadora de museos, escultora, restauradora, promotora de arte en México, por Centro y Sur América, Estados Unidos, Europa y países árabes, su vida siempre ha estado llena de imágenes.

Captar la vida

La vida de Mónica, siempre ha estado llena de imágenes. «Cuando tenía diez años mi mamá perdió la vista –nos confiesa Mónica–. Éramos entonces seis hermanos, uno recién nacido, luego llegó la séptima. Creo que desde entonces empecé a querer grabar todas las escenas para enseñárselas algún día a mi mamá».

Después de un largo proceso, su madre recuperó la vista. Las fotos de su hija le permitieron revivir las imágenes que sus ojos no habían podido percibir durante aquellos años privada de vista–. «Fue así como nació en mi la pasión por la imagen».

'Fiesta de fe'Mónica Guerrero

Hay momentos en mi vida llenos de silencios de DiosMónica Guerrero Mouret

La tragedia sacudió nuevamente su vida, años más tarde. «En poco tiempo vivimos el secuestro y su liberación, y a los pocos meses, lamentablemente, falleció en un accidente de avioneta».

«Durante años he vivido en una eterna pregunta sobre Dios, porque siempre he sido rebelde. En mi familia estábamos acostumbrados a rezar juntos, pero hay momentos en mi vida llenos de silencios de Dios, de circunstancias inexplicables en las que yo me enfadé con el Señor».

«¿Por qué caminan?»

Era el día de su cumpleaños, y se dirigía a su casa en la capital de México, en coche, donde su familia a amigos la esperaban para celebrarlo. A mitad del trayecto, cuando menos lo esperaba, ante su desesperación, ¡un atasco! Un gran grupo de peregrinos que se dirigía al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe detenía el tráfico.

Así recuerda Mónica, entre risas, aquel momento que cambiaría para siempre su existencia: «Le grité molesta al agente de tráfico que por favor me los quite del camino, que no llego a mi fiesta. El agente no sabía si reírse en mi cara o detenerme por loca. Eran miles de niños, ancianos, hombres, mujeres, sacerdotes… caminando. Y yo quería pasar, era muy tonta, realmente tonta».

'Fe a todo color'Mónica Guerrero

«No sé cómo, pero mi soberbia se aplacó con la medio sonrisa del agente – recuerda –. La Mónica orgullosa se topó con una pared de peregrinos. Me bajé del coche, agarré mi cámara y empecé a retratar caras llenas de lágrimas, manos ásperas agarrando un rosario, pies sucios, niños con su imagen de la Virgen. Al final no llegué a mi fiesta de cumpleaños, cambié de dirección y les seguí. Tenía mil preguntas que dirigir a esas personas que caminaban ¿Adónde van? ¿Por qué caminan? ¿Cuál es su final?».

Fue así como Mónica descubrió su vocación de artista, e inmortalizar en imágenes el corazón del fotografiado.

'El amor hecho camino'Monica Guerrero

Capturar el instante

«Al capturar una imagen, lo que disfruto más es ¡el mismo momento! Saber que lo puedo repetir una y otra vez, solamente viéndolo. Es importante imprimir mis fotografías, no dejarlas en el aire. Me gusta manejar, andar por los caminos de mi estado, conocer por medio de las estaciones el movimiento de la naturaleza. Te puedo decir que en Malinalco los colores de las jacarandas son diferentes a las de la Ciudad de México, que las sonrisas de los niños de San Felipe del Progreso son enormes, que la nieve de nuestro volcán es casi azul, que las manos de los agricultores acarician el cielo.»

La Secretaría de Relaciones Exteriores de la República Mexicana eligió la exposición para presentarla en los consulados y embajadas de Estados Unidos, Sur, Centro América y Europa.

Mónica Guerrero

La frontera de EE.UU.

Una exposición, pero, sobre todo, es un encuentro con los cinco sentidos. Dos días después de la inauguración de mi exposición se me acercó una pareja y el señor, que no podía ver, me dijo: «¿tú eres Mónica? Te pido que me describas tu trabajo, cuéntame de tus fotografías, quiero conocerlas. “Lo tomé de las manos e intenté relatarle por medio de olores, sensaciones y emociones cada imagen. El saber que mi obra se puede apreciar no solo con la mirada, sino con todos los sentidos, es una de las satisfacciones más grandes que he tenido», explica Mónica.

Entre los momentos más inolvidables de la peregrinación que esta exposición está realizando por el mundo, Mónica cita en particular la exhibición que se organizó ante el muro entre México y los Estados Unidos.

«La exposición fue mi agradecimiento público a la Virgen de Guadalupe y a mi país» – asegura Mónica–.

Mónica Guerero

La exposición 'De Peregrina a Peregrina', también está concebida como un acto de solidaridad, con los migrantes que van hacia un destino incierto, como es la frontera con Estados Unidos. Exponer en el muro, es recordarle al mundo que esta exposición: «Es una armonía con una nueva nota musical ‘Fe mayor’; mis imágenes son aliento de fe y amor para con los peregrinos y hermanos migrantes, pues sus sonrisas, miradas, pies descalzos, flores, cantos, vestimentas y oraciones nos unen a la misma Madre», expresa Mónica, transmite a través de fotografías, video, arte objeto, instalación y escultura del árbol de la vida, las diversas manifestaciones de la cultura mexicana a través de los pueblos como «peregrinos».

La exposición cuenta con cientos de coloridas y vivas imágenes, que narran la historia de la tradición del peregrinaje en México, con miles de pasajes. Historias que merecen ser vistas y compartidas por diferentes miradas, dignificando la tradición del peregrinaje de México en el mundo.