«Los misioneros, de los que Teresa es patrona, no son sólo los que recorren un largo camino, aprenden nuevas lenguas, hacen buenas obras y son buenos anunciadores; no, misionero es todo aquel que vive, allí donde está, como instrumento del amor de Dios; es todo aquel que hace de todo para que, a través de su testimonio, de su oración, de su intercesión, pase Jesús», indicó Francisco.