Las Hermanas Pobres de Murcia, un fenómeno musical en redes con más de sesenta mil seguidores

Las Hermanas Pobres de Murcia son una comunidad de 14 religiosas franciscanas que viven en el Convento Santa Verónica, dedicadas a la contemplación y la fraternidad, además tienen un talento especial para la música, que comparten con sus miles de seguidores en las redes sociales.

La madre Leo, en una entrevista para El Debate, nos cuenta como ha sido la explosión musical en su cuenta de Instagram @hermanaspobres con más tiene más de sesenta mil seguidores y la de TikTok con más de catorce mil seguidores y subiendo. Con sus videos cantando covers de canciones cristianas, han alcanzado miles de reproducciones y testimonios que llegan a diario de vidas que gracias a su música. Dios se ha hecho presente a golpe de guitarra, palmas, cajón y voces espectaculares, y el proyecto de grabar un disco cada día es más real y para eso necesitan material más profesional para que sus voces suenen aún mejor.

«La música nos ayuda a todas a rezar, el día de la Santísima Trinidad nos preguntamos ¿Qué podemos hacer? Es el día de la vida contemplativa, habría que publicar en Instagram y compartir con nuestros seguidores, que es nuestra familia», pensaron las hermanas. «Así que decidimos cantar la canción de Hakuna de la Trinidad, hay que decir que nuestro móvil está rotísimo, pero aun así lo hicimos, después de muchas tomas», cuenta la madre Leo entre risas. «Una hermana dijo: lo grabamos y punto. No pensábamos que eso iba a tener ninguna repercusión, en ese momento teníamos unos 7000 seguidores», prosigue la madre, aún con voz de asombro.

Entre sus versiones favoritos se encuentran los de Hakuna Group Music o Luispo. Las Hermanas Pobres interpretan con alegría y devoción temas como Me sobrepasa, Libre, Todo es don o Trinidad.

Las cantantes son las hermanas Edith, Consuelo, Ester, Miriam, Leo y Mamen la postulante. Detrás de ese precario material, están el resto de las hermanas, controlando que todo salga perfecto, son un equipazo, y es que esa es la grandeza de la vida consagrada.

A ellas siempre les ha gustado la música, pero en esta historia musical, como nos cuenta la madre Leo hay una «culpable»: «En muchas ocasiones, nos preguntan, porque todas cantamos bien, ¿Es obligatorio cantar bien para entrar?,¿Os hacen un casting y os seleccionan? Nos hace mucha gracia la situación y decimos siempre que es el Señor el que nos ha llamado y nos ha regalado el don de la música. Y esto es verdad, pero no es toda la verdad».

Hace muchos años, unos 14 más o menos, a una de las hermanas que entonces era la cantora por excelencia se le metió en la cabeza y en el corazón que tenía que pedir al Señor por las vocaciones, pero ella pedía que esas vocaciones supieran cantar. Y eso lo pedía insistentemente, ella erre que erre hasta que comenzaron a llegar.

«Esa cantora que tanto pidió, ¿quién era es ahermana que se hizo pesada día tras día?, ¿qué hermana que de alguna manera ha rezado por nosotras sin saberlo? y con su oración nos dio la fuerza que necesitábamos para dar el paso. Ella era Antonia María, la hermana culpable». Uno de los motivos por los que quieren grabar su primer disco es para que pueda desde el cielo, « disfrutar como nosotras de este proyecto tan apasionante», dice la madre Leo.

Este éxito es imparable. Los seguidores no dejan de subir, y no sólo eso, los mensajes que les llegan, son la prueba que la música, su música, está ayudando a mucha gente a encontrase con Dios a través de sus voces. Según cuenta la madre: «Son mensajes preciosos de personas que llevaban mucho tiempo sin rezar y que con esta canción habían vuelto a rezar, así que pensamos ¿Si nuestra muestra ayuda a eso? ¿Qué más podemos querer?».

Ahora, las Hermanas Pobres tienen un sueño: grabar su primer disco y poder difundir su mensaje de fe y esperanza a más gente. Pero para hacerlo realidad, necesitan ayuda. Por ello, han abierto una campaña de donaciones en su página web para cubrir los gastos de producción, edición y distribución del futuro disco.