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El sacerdote Javier PastorCARF

Un sacerdote ha llegado a Vallecas (Madrid) con un método infalible: querer a la gente

Con tan solo 24 años, Javier Pastor se ordenó sacerdote el pasado mes de mayo en la catedral de la Almudena. Desde entonces, desempeña su ministerio sacerdotal en el popular barrio madrileño

Con tal solo 24 años, Javier Pastor se ordenó sacerdote el pasado mes de mayo en la catedral de la Almudena. Desde entonces, desempeña su ministerio sacerdotal en el madrileño barrio de Vallecas.

El sacerdote Javier Pastor entró en el seminario con 17 años. Javier es uno de los miles de sacerdotes con los que la Fundación CARF coopera en su formación integral. Nada más terminar el bachillerato biosanitario, comenzó sus estudios al sacerdocio en el Seminario Internacional Bidasoa y allí permaneció tres años, y para ser ordenado presbítero ha necesitado una dispensa del ahora arzobispo emérito de Madrid, Carlos Osoro.

El joven sacerdote estudió en el seminario de Bidasoa en Pamplona, sus años de seminarista, al joven sacerdote le marcaron dos situaciones de aquellos años en Bidasoa: su formador, el Padre Juan Antonio Gil Tamayo (fallecido por cáncer de pulmón) y los profesores de Filosofía y Teología de la Universidad de Navarra. Tras estos 3 años, continuó su formación presbiteral en el seminario Conciliar de Madrid, al que pertenece, 4 años, incluido el de diácono, y su nueva vida como sacerdote en Vallecas.

Cercanía

El padre Javier se lleva a Vallecas un recurso infalible para llegar a la gente, con su cercanía, la de un sacerdote del siglo XXI, pedirá a Dios con nombres y apellidos por la gente de su parroquia, en Vallecas no saben que el padre Javier los va a querer mejor incluso de lo que ellos esperan ser queridos. Ese su reto como sacerdote en su primer destino: en declaraciones la periodista de información religiosa Marta Satín para CARF, el padre Javier decía: «Sino que los sacerdotes sepamos cómo los quiere a ellos Jesús. Así no imponemos nuestros criterios y el pueblo de Dios se acerca verdaderamente a su Señor».

Quiero servir mejor a Dios y a la Iglesia con mi ministerio sacerdotalJavier Pastor

«Pero más allá de esto –continúa Javier en la entrevista con Marta Santín– puedo decir algo de mi experiencia: el deporte me ha ayudado a ganar a la gente para Dios; compartir con las jóvenes diversiones, aficiones o incluso aprenderlas con ellos, hablar de la verdad del Evangelio sin engaños, pero con mucha paciencia y prudencia; promover la confesión y explicar bien los signos y momentos de la misa, para que no se aburran, sino que se llenen de afecto porque la conocen mejor… Con las personas más mayores debo reconocer que mi edad me hace casi todo el trabajo. Soy una mezcla entre su padre y su nieto. Basta una sonrisa, escuchar lo que cuenten y rezar juntos algún rosario».

La fundación CARF es una institución sin ánimo de lucro que tiene como misión apoyar la formación de sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos con la evangelización. Desde su creación en 1977, ha concedido más de 2.000 becas a estudiantes procedentes de más de 50 países.

El padre Javier Pastor ha expresado su agradecimiento a la fundación CARF por esta oportunidad y ha manifestado su deseo de profundizar en el conocimiento de la doctrina social de la Iglesia y su aplicación a los desafíos actuales. «Quiero servir mejor a Dios y a la Iglesia con mi ministerio sacerdotal, especialmente en el campo de la formación y la pastoral social», ha declarado. El padre Javier Pastor ha pedido oraciones por su nueva etapa y ha asegurado que rezará por todos los benefactores de la fundación CARF.

La fundación CARF es una institución sin ánimo de lucro que tiene como misión: apoyar la formación de sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos con la evangelización. Desde su creación en 1977, ha concedido más de 2.000 becas a estudiantes procedentes de más de 50 países.

Actividades culturales y formativas

La fundación CARF ofrece varios programas para apoyar la formación y el ministerio de los sacerdotes y seminaristas de todo el mundo. Algunos de ellos son:

Becas de estudios superiores: La fundación CARF concede becas a sacerdotes y seminaristas que quieren realizar estudios de especialización en las universidades pontificias de Roma. Estas becas cubren los gastos de matrícula, alojamiento, manutención, transporte y libros. La fundación CARF recibe cada año más de 800 solicitudes de becas de obispos de 131 países.

Proyectos solidarios: La fundación CARF colabora con diferentes proyectos solidarios que buscan mejorar las condiciones de vida de las personas más necesitadas, especialmente en los países donde la Iglesia sufre persecución o carencias. Algunos de estos proyectos son: la construcción de una capilla en Nigeria, la ayuda a los cristianos perseguidos en Irak, la atención a los enfermos de lepra en India o la formación de catequistas en Cuba.

Actividades culturales y formativas: La fundación CARF organiza y participa en diversas actividades culturales y formativas que tienen como objetivo difundir el mensaje cristiano y fomentar el diálogo entre la fe y la razón. Algunas de estas actividades son: conferencias, cursos, exposiciones, conciertos, publicaciones o programas de radio y televisión.

La fundación CARF también publica un boletín mensual, con noticias, testimonios y reflexiones sobre la vida de la Iglesia.