El obispo de Donetsk confirma que los sacerdotes secuestrados siguen desaparecidos
Gran parte del territorio del exarcado arzobispal de Donetsk, la diócesis greco-católica más oriental de Ucrania, resulta inaccesible
Los sacerdotes Ivan Levitskyi y Bohdan Heleta fueron detenidos por las tropas rusas a mediados de noviembre de 2022 y siguen en paradero desconocido. «A pesar de las oraciones, las protestas y los esfuerzos de la Iglesia católica por ponerse en contacto con los responsables y averiguar la situación de los sacerdotes, a día de hoy sigue sin haber noticias de ellos», afirma Maksym Ryabukha, obispo de Donetsk.
Gran parte del territorio del exarcado arzobispal de Donetsk, la diócesis greco-católica más oriental de Ucrania, resulta inaccesible. La región de Lugansk está bajo ocupación militar casi en su totalidad, las regiones de Donetsk y Zaporiyia se encuentran parcialmente ocupadas, la región de Dnipro sufre bombardeos diarios y la sede de la diócesis se ha trasladado temporalmente de Donetsk a Zaporiyia debido a la guerra que en esta región comenzó ya en 2014. Hasta noviembre de 2022, todavía varias parroquias católicas y un monasterio redentorista seguían funcionando en los territorios ocupados.
Al estallar la guerra, el clero fue expulsado de los territorios ocupados y «hoy por hoy no hay allí ni un solo sacerdote del exarcado», dijo el obispo. Pero gracias a los estipendios de misas que reciben los sacerdotes del exarcado de Donetsk por parte de ACN, los católicos que viven en los territorios ocupados pueden rezar y participar en la misa a través de las redes sociales.
Desde el comienzo de la guerra, ACN ha apoyado con 353 proyectos por un total de más de 10 millones de euros a las Iglesias católicas de ambos ritos en Ucrania. A su vez, la Iglesia católica presta importantes servicios a la sociedad, dando nuevas esperanzas a muchas personas. Cuando empezó su ministerio episcopal en diciembre de 2022, el obispo Ryabukha recibió un vehículo financiado por ACN. Gracias a ese coche Ryabukha ha recorrido ya 50.000 kilómetros para visitar a las personas que le han sido confiadas. De esta manera comparte la suerte que sus fieles están sufriendo, fortaleciendo especialmente a los que viven cerca de la línea del frente y mostrando que la Iglesia sigue viva.
El obispo auxiliar explica que al recibir el apoyo de ACN y compartirlo con otros en esta situación de guerra, «la Iglesia en Ucrania se está convirtiendo en un lugar de encuentro para personas de varias naciones. Esto pone de relieve la importancia de estar juntos: la amistad no significa pensar de la misma forma, ser amigo es convivir, permitiendo que la otra persona sea ella misma, con su propia cultura, historia y creencias».
Esto se revela en el exarcado de Donetsk a través de ejemplos muy concretos. El obispo recuerda haber visitado en una misma casa a dos personas que no eran miembros de la misma familia: cuando una anciana perdió su casa a causa de un bombardeo, un anciano del mismo barrio le abrió la puerta y compartió su hogar con ella. «La Iglesia ha creado centros sociales para niños, familias y ancianos, a los que acuden personas de distintas confesiones. En tiempos de guerra, no se pregunta de qué forma se cree en Dios; es un momento para rezar juntos y estar juntos», dice el obispo.
Como salesiano, y habiendo dedicado todo su ministerio a la educación de los jóvenes antes de ser nombrado obispo del exarcado de Donetsk, Ryabukha invita a su rebaño a seguir el ejemplo de los jóvenes: «Los jóvenes no dejan de soñar y no ceden al cansancio, esto es una inspiración para nosotros», afirma el obispo, expresando su gratitud y confianza. El prelado pidió a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) que siga solicitando a todos los benefactores y amigos que recen por la pronta liberación de los dos sacerdotes.