Jornada Mundial de la Juventud
Españoles en la JMJ: «Piensas que estás solo en misa de 7:30, pero aquí ves que hay más gente»
«Los frutos de la JMJ son siempre como el labrador siembra y después se verá a la larga», dice el cardenal Omella sobre qué cabe esperar de esta próxima semana en Lisboa
9am: Barajas, terminal 2. A bordo del vuelo con destino Lisboa fletado por la compañía AirEuropa viajan al menos una docena de obispos españoles. Entre ellos están el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería, y Jesús Fernández, obispo de Astorga. Esperando a que les llamen a embarcar, han accedido a responder a un par de preguntas.
«Los frutos de la JMJ son siempre como el labrador siembra y después se verá a la larga», dice Omella sobre qué cabe esperar de esta próxima semana en Lisboa, a donde van a acudir unos 80.000 españoles. El vecino al anfitrión es el país con más inscritos del mundo. «La península se va a inclinar hacia un lado», bromea el obispo de Almería. De esta pequeña diócesis, cuenta su prelado, han venido a Lisboa unos 300 jóvenes.
Todos los que ya están en Lisboa, concretamente en Estoril, donde muchos de ellos se alojan, se han dado cita en los jardines del casino local. Con un escenario de espaldas al mar y la música sonando a todo volumen, han comenzado a llegar los peregrinos. Primero, recogidas de comidas. Segundo, buscar un sitio donde asentarse para la misa. Mientras esto tiene lugar, el coro de voluntarios ensaya en el auditorio del centro de acogida que se ha habilitado para la ocasión. El repertorio va desde María mírame, Huracán de Hakuna, En mi Getsemaní o la Salve Rociera, pero están tímidos y el director les anima. «Tenéis que veniros un poquito arriba», les dice. De fondo se escucha la guitarra, el piano o la caja. Todos cantan, sonríen y rezan. Como decía san Agustín, cantar es rezar dos veces.
¿Qué esperan los jóvenes españoles de esta Jornada Mundial de la Juventud? «Volver con las pilas cargadas para seguir en nuestro día a día», dice Belén, peregrina de Jerez de la Frontera. En cambio, Ramón, que viene con el Movimiento Consolación para el Mundo, afirma que al ser este un evento muy grande para los jóvenes cristianos, «como cristianos no podíamos faltar». «Recibir al Espíritu Santo y que todo nuestra vida gire en torno al Señor», espera Paula, de Vitoria.
Las banderas de España chocan entre sí en el aire, junto con las de todas las comunidades autónomas, las diócesis, hermandades, cofradías y movimientos eclesiales. Una, escrita en letras negras sobre fondo blanco, llama la atención por encima de las demás: «Jóvenes con ganas de cambiar el mundo», dice. Los apóstoles del siglo XXI, como ha llamado el cardenal Omella a los jóvenes durante su homilía, se toman en serio su papel.
«El día de mañana vamos a representar a la Iglesia», afirma sobre este papel Iñigo, que ha venido a Lisboa con el Regnum Christi desde Lisboa . «Es una responsabilidad», dicen Marta y Nazaret, quien adelanta también que se lo toma como «el lema de la JMJ, hay que partir y salir sin demora a contar lo que vamos a vivir esta semana».
Durante la misa, se ha levantado el aire. A alguno la estampa le ha comenzado a recordar a la tormenta que cayó en Cuatro Vientos durante la JMJ de Madrid, en 2011. Un frío insospechado, a 31 de julio, no ha podido con los jóvenes, a los que se ha visto celebrar la previa antes de la eucaristía. Algunos hacían cola para recoger el kit de la cena con un tercio de cerveza en la mano -los mayores de edad- y otros con refrescos, pero todos con música, cantos y rezos, con un Rosario en una mano y la bandera roja y amarilla en la otra.
El Festival Caminos de Juventud ha dado comienzo tras el final de la Eucaristía de bienvenida a los jóvenes españoles. Se han reunido sobre el escenario artistas católicos como Unai Quirós, Nico Montero; Celia Salamanca o el rapero Grilex. Por iniciativa suya, según informaron los obispos, Nacho Cano se ha sumado a la celebración con todo su equipo de Malinche, y han interpretado el bautismo de Malinche. Guillem Climent, el presentador de la gala ha presentado al caer la noche a un peregrino, Sergio, que ha contado que lleva con su novia tres años y tres días. Aurora estaba entre el público, pero la ha hecho ascender a la tarima. «¿Quieres casarte conmigo?», ha preguntado Sergio y Aurora se ha lanzado a sus brazos. La noche ha terminado siendo inolvidable para ellos dos y para los aproximadamente 36.000 peregrinos que les miraban desde la explanada del casino de Estoril.