El Debate, en la JMJ
El Papa reza un Rosario con los enfermos en Fátima e insiste en que en la Iglesia «cabemos todos»
Francisco ha salido momentáneamente de Lisboa, donde se celebra la Jornada Mundial de la Juventud 2023. A las 8:50 de este sábado 5 de agosto, un helicóptero ha salido de la base aérea de Figo Maduro con dirección al santuario de Fátima, donde la Virgen se apareció a tres pastorcillos, los beatos Lucía, Jacinta y Francisco.
Ha acudido hasta allí para rezar el Rosario con jóvenes enfermos, algunos de los cuales han sido los encargados de dirigir la oración. Francisco, a bordo del papamóvil ha ido saludando a todos los presentes. Ha cogido algunos bebés, los ha besado en la cabeza y ha seguido su camino. A su llegada a la capilla de las Apariciones, el obispo de Roma llevaba en sus manos un ramo de flores que ha entregado a la Virgen. Dos niños le han entregado a él otros dos manojos de flores, que también han sido puestos a los pies de María
La presencia española no es tan numerosa como en los días precedentes. Portugal ha recomendado a los grupos del país vecino que no acudan al santuario, y poder dejar el hueco a otros peregrinos que lo tengan más lejos.
Los misterios de este día han sido los gozosos y las Avemarías se han ido sucediendo en distintos idiomas, portugués, español, alemán o francés. Al terminar, Francisco ha permanecido unos momentos en silencio, orando, antes de que el obispo de Leiras, José Ornelas, le diese las gracias en su pequeño discurso. El Papa Francisco ha respondido devolviéndole el saludo y ha dedicado unas palabras a los presentes sobre el rosario y los misterios gozosos que acaban de rezar todos juntos: «Recuerdan que la Iglesia solo puede ser un lugar de gozo». Tenía un discurso preparado, pero como ya va siendo habitual en esta JMJ no lo ha leído, sino que ha improvisado. De nuevo, ha repetido que en la Iglesia caben todos. «La Iglesia no tiene puertas, para que todos puedan entrar».
Ha señalado también que la peregrinación tiene, en primer lugar, un rasgo mariano, porque fue María la primera que peregrinó. «En cuanto se enteró de que estaba embarazada, fue corriendo a ver a su prima», ha dicho. En lo que ha calificado como una interpretación libre, Francisco ha destacado que igual que María fue apresurada a donde Isabel, «va corriendo» también donde se la necesita «con afán de estar presente, cada vez que hay un problema, María viene apresurada»: María apresurada, la ha bautizado (Nossa Señora Apressada, se diría en portugués). «Ella nunca es protagonista, acoge a todos y señala a Jesús», ha explicado Francisco.
El obispo de Roma ha invitado a las más de 200.000 personas presentes a reflexionar y guardar un breve momento de oración y preguntarle a María: «¿Madre, qué me estás señalando a mí? ¿Qué hay en mi vida que te preocupa, que te conmueve, que te interesa?».
El acto ha terminado con la bendición final concedida por el Santo Padre, que ha saludado después a algunos de los jóvenes enfermos allí presentes. A las 11 horas portuguesas está previsto que regrese a Lisboa, para un encuentro privado con la Compañía de Jesús que será celebrado a las 18h, antes de salir para el Parque Tejo, donde tendrá lugar la vigilia con los jóvenes, uno de lo actos centrales más importantes de la JMJ.