Cinco curiosidades de la noche de Vigilia en la JMJ: capillas de adoración y sevillanas nocturnas

Con la bendición final el Papa Francisco se despidió de los jóvenes, que allí seguirían a la mañana siguiente cuando regresase el domingo para celebrar la última Misa de la JMJ en el Campo de Gracia. Tras un tiempo intenso de oración y de adoración, la música comenzó a sonar. Al himno de la JMJ le siguieron un par de canciones más. Adoración, concierto y, antes de dormir, una película, para los acostumbrados Netflix por la noche o los aficionados la cine de verano.

Juntos, pero no revueltos

Había sacos y esterillas ya estirados desde antes de comenzar la Vigilia, para la siesta o simplemente para tener dónde sentarse. Al terminar el documental, llegado el momento de conciliar el sueño, todos los peregrinos comenzaron a echarse al suelo. Daba igual a quien se tuviese a diestra o zurda; todos estaban allí por lo mismo. Quienes no dormían, conversaban y no solo entre grupos de amigos, sino compartiendo sus historias y sus inquietudes con sus hermanos de todo el mundo.

Adoración

Repartidas por todos los sectores, unas pequeñas carpas blancas multiusos hicieron las veces de capillas de adoración al llegar la noche. Los voluntarios dejaban allí las formas consagradas que se repartirían en la Comunión a la mañana siguiente, porque en el caos del amanecer iba a ser complicado hacerlas llegar a su destino. Solo había silencio alrededor de estos sagrarios improvisados, con velas junto a ellos, y todos los peregrinos se arrodillaban en el suelo para pasar un momento de oración con Dios antes de irse a dormir.

El puente del Papa Francisco

El sector A, más cercano al escenario se encontraba en un lado del río, en Lisboa, pero los B, C y D en Loures. Los municipios fueron unidos por un puente peatonal, terminado el pasado 6 de julio, que según el patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, es un homenaje al obispo de Roma como hombre que construye puentes «en todas las fronteras de la humanidad» y como «verdadero Pontífice».

Agua y baños

Todo el recinto estaba rodeado de cabinas de cuarto de baño suficientes para cubrir las necesidades de un millón y medio de jóvenes. Si uno pasaba cerca, el olor no era muy fuerte. Todavía no se ha informado de la causa, pero posiblemente una fuga de agua inundó varios sectores, dejando el césped embarrado. Junto a los WC había también instalados grifos de agua potable para rellenar las botellas de agua y mantenerse hidratado ante el calor o lavarse la cara por la mañana, las manos y los dientes.

Los que no duermen

A las tres de la madrugada todavía sonaban guitarras y cantos, aunque el volumen cada vez era más bajo. Los demasiado emocionados para poder dormir se congregaban en los pasillos entre sectores (para no molestar a los que descansaban) para compartir la música típica de cada país, en el caso español, fueron muchas las sevillanas que se bailaron la noche del sábado al domingo en el Campo de Gracia. No todos eran conscientes en ese momento de que solo quedaban tres horas para que el sacerdote DJ father Guilherme hiciese su aparición sobre el escenario para poner ritmo al amanecer.