Fundado en 1910

Rocío Redondo Delgado junto a Javier Repullés S.J.Facebook

Pan y Peces, la fundación que alimenta a las familias más vulnerables

La fundación Pan y Peces es fruto de la ilusión de un grupo de 18 cristianos que se reunieron en torno al padre Javier Repullés S.J., un jesuita que dedicó su vida a la ayuda a los más necesitados. Tras su fallecimiento la directora general Rocío Redondo nos cuenta como dan de comer a más de 1.500 familias al mes

En Madrid hay cientos de familias que no tienen suficientes recursos para cubrir sus necesidades básicas de alimentación, higiene y limpieza. Para ayudarles, existe la Fundación Pan y Peces, una organización sin ánimo de lucro de inspiración cristiana que les entrega un carrito mensual con productos esenciales. Su directora general Rocío Redondo Delgado, en una entrevista para El Debate, nos cuenta como afrontan la nueva etapa, con el padre Javier, recientemente fallecido, velando ya desde el cielo.

La fundación nació en 1995, fruto de la ilusión de un grupo de 18 cristianos que se reunieron en torno al padre Javier Repullés S.J: un jesuita que dedicó su vida a la ayuda a los más necesitados. Desde entonces, Pan y Peces ha crecido hasta atender a más de 1.500 familias al mes, gracias al trabajo de un equipo de voluntarios y al apoyo de numerosos colaboradores y patrocinadores.

Acompañamiento

La labor de Pan y Peces no se limita a repartir alimentos, sino que también busca acompañar a las familias en su situación de vulnerabilidad, ofreciéndoles orientación, formación y apoyo espiritual. Además, la fundación organiza actividades culturales, lúdicas y solidarias para fomentar la convivencia y la integración.

Pan y Peces es una muestra de cómo el amor al prójimo puede transformar la realidad de muchas personas que sufren las consecuencias de la pobreza y la exclusión social. Si quieres conocer más sobre esta fundación, puedes visitar su página web Fundación Pan y Peces (fundacionpanypeces.org) o seguir en Fundación Pan y Peces (@panypeces).

Pan y Peces se enfrentan un nuevo curso con cambios significativos: una ayuda del 40 % de los alimentos, que anualmente recibía de Cruz Roja.

Su directora general Rocío Redondo Delgado nos cuenta que va a ser suspendida esta ayuda en 2024: «Hasta ahora, nos ha sido difícil, pero ahora lo vamos a tener más difícil, seguiremos con personas amigas de la Fundación, donadores y gente que nos va conociendo. Cruz Roja nos donaba 300 toneladas al año, el Banco de alimentos también nos ayuda. Los colegios y las empresas también nos ayudan haciendo recogidas».

Rocío Redondo que desde el inicio estuve al lado del padre Javier, tras su fallecimiento tiene claro, a pesar de las adversidades, que el mensaje fundacional del padre Repullés quedará intacto: «Para Javier, no sólo como buen jesuita, sino como cristiano eran los más necesitados, no sólo económicamente, sino que ayudaba a las personas espiritualmente».

Los carritos mensuales que entrega la Fundación contienen alimentos básicos y productos de limpieza e higiene personal, adaptados a las necesidades de cada familia según el número de componentes, sus edades y su estado de salud.

Algunos de los alimentos que se incluyen son: leche, galletas, cereales, café, batidos de chocolate, atún, arroz, lentejas, judías blancas, garbanzos, azúcar, harina, sal, aceite, fideos, macarrones, sopas de sobre, queso, chorizo, salchichas de pavo o cerdo, tomate frito, macedonia de verduras, fruta de temporada, hortalizas frescas, puré de patatas, paté, albóndigas.

Somos nosotros los agradecidos, por las personas que vienen a la Fundación a ayudar, los voluntarios y a los que vienen a recibirRocío Redondo Delgado

También se añaden productos de limpieza e higiene como detergente para vajilla, pasta de dientes, gel de ducha, pañales, toallitas, potitos, papilla de cereales, leche maternizada, desodorante, champú, compresas, lejía, detergente para la ropa, bayetas.

La organización de la recogida del carrito mensual está pensada por el padre Javier, partiendo de un principio fundamental, la dignidad de la persona, sin condición de raza, religión y economía.

«Para Javier era fundamental, la dignidad de estas familias, no quería colas, por eso la Fundación cita mensualmente a cada familia a una hora determinada», señala Rocío Redondo.

La Fundación está basada en el lema del padre Repullés que compartió durante años y la directora seguirá su estela, que es la vocación de servir:

«Javier decía que el servicio es una palabra mal vista, –recuerda Redondo Delgado–cuando es muy importante; lo más importante en esta vida es servir a los demás, tenemos que servir y estar agradecidos, que podemos servir, no hace falta que nos den las gracias por lo que hacemos».

La responsable de la obra de Repullés apunta, sin embargo, la paradoja de la gratuidad: «Somos nosotros los agradecidos, por las personas que vienen a la Fundación a ayudar, los voluntarios y a los que vienen a recibir».

La fundación, que se encarga de comprar estos productos con las donaciones que recibe de particulares y empresas, luego los reparte discretamente a las familias en su local de la C/Medellín 12. Por eso, Rocío Delgado pide «donaciones, aunque sean pequeñas; pero muchas donaciones y de forma mensual o anual, para poder contar con unos ingresos fijos. No sólo hay que comprar alimentos, tenemos que pagar el alquiler del almacén, la luz, el agua, por eso en estos momentos necesitamos donaciones para poder trabajar con tranquilidad sabiendo que los gastos mensuales básicos están cubiertos».

Para colaborar con Pan y Peces

  • Haciendo un donativo económico a través de su página web, de su cuenta bancaria.
  • ​Haciéndote socio/a y aportando una cuota mensual, trimestral o anual.
  • ​Siendo voluntario/a y ayudando en el reparto, la compra o el transporte de los alimentos.
  • ​Difundiendo su labor y sus necesidades en tus redes sociales, boca a boca o medios de comunicación.
  • ​Participando en sus actividades culturales, lúdicas y solidarias.
  • Haciendo un simple bizum al 06517.