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En 2023 ya han sido asesinados tres sacerdotes en México.PEXELS

¿México se ha convertido en el país más peligroso para los sacerdotes?

En los cinco primeros meses de 2023, han sido asesinados tres. Se trata de una cifra alarmante que refleja la violencia que azota al país y que no respeta ni a los ministros de Dios

México es el país latinoamericano con mayor número de sacerdotes católicos asesinados. En los cinco primeros meses de 2023, han sido asesinados tres. Se trata de una cifra alarmante que refleja la violencia que azota al país y que no respeta ni a los ministros de Dios.

A balazos

El caso más reciente fue el del padre Javier García Villalfaña, un párroco que fue localizado sin vida el lunes 22 de mayo al interior de un vehículo en el municipio de Huandacareo, Michoacán. El religioso fue agredido a balazos por sujetos desconocidos mientras circulaba por la carretera Cuitezo-Huandacareo. Un mes antes, Villafalña había sido asignado a la parroquia de Capacho, ubicada en el municipio mencionado, según informó el Centro Católico Multimedial.

Un día antes de la muerte de Javier García Villalfaña, el sacerdote Faustino Armendáriz Jiménez–arzobispo del estado de Durango–fue agredido con un cuchillo en la catedral de la entidad al término de una misa. Aunque logró salir ileso, otros religiosos no han logrado sobrevivir a los ataques que han sufrido.

Atentados

El 22 de marzo, dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en una iglesia de la comunidad de Cerocahui, en el estado de Chihuahua, junto a un guía turístico que buscaba refugio en el templo cuando era perseguido por una persona armada. Los cuerpos de los clérigos, identificados como Javier Campos Morales, de 78 años y Joaquin Césaer Mora Salazar, de 80 años, así como el de la tercera víctima, Pedro Eliodoro Palma, fueron robados tras el atentado. La tarde del miércoles siguiente, la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, informó que los restos fueron localizados y recuperados.

la Iglesia Católica ha pedido protección al gobierno federal y a las autoridades estatales y municipales

El primer sacerdote asesinado en 2023 fue Gumersindo Cortés González –miembro de la Diócesis de Celaya en Guanajuato– quien fue encontrado sin vida el 7 de febrero en su domicilio con signos de violencia. El padre Gumersindo tenía 39 años y era originario del estado de Guerrero. Se desempeñaba como vicario parroquial en la iglesia San José Obrero.

Estos casos se suman a los cuatro sacerdotes asesinados en 2022 y al único registrado en 2019. Desde que inició la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador en diciembre de 2018, al menos ocho sacerdotes han sido asesinados a lo largo del país.

Según el Centro Católico Multimedial, al menos 50 sacerdotes católicos han sido asesinados en México en los últimos tres sexenios. Además, han aumentado las extorsiones y las amenazas de muerte contra clérigos en los últimos años, alertó el organismo.

La violencia contra los sacerdotes ha sido condenada por la Iglesia Católica y por el Papa Francisco, quien expresó su dolor y consternación por los crímenes cometidos en México. «Tantos asesinatos en México», dijo el pontífice el pasado 23 de marzo.

Ante esta situación, la Iglesia Católica ha pedido protección al gobierno federal y a las autoridades estatales y municipales, sobre todo en las zonas con fuerte presencia del crimen organizado. También ha solicitado que se esclarezcan los hechos y se haga justicia a las víctimas y a sus familias.

Ola de violencia

La postura del gobierno mexicano ante los asesinatos de los sacerdotes ha sido ambigua y evasiva. Por un lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha expresado su solidaridad con las víctimas y sus familias, y ha reiterado su compromiso con la paz y la justicia. Por otro lado, el gobierno ha evitado responder a los cuestionamientos de la ONU sobre el avance de las investigaciones y la protección de los defensores de derechos humanos. Además, el presidente ha minimizado la gravedad de la violencia y ha defendido su política de seguridad basada en el diálogo y la no confrontación con los grupos criminales.

La Iglesia católica, por su parte, ha criticado la falta de acción y de resultados del gobierno para frenar la ola de violencia que afecta al país y a los sacerdotes. Los obispos mexicanos han convocado a misas en todo el país para honrar a los sacerdotes asesinados y al resto de víctimas, y han pedido un cambio en la estrategia de seguridad. También han solicitado que se esclarezcan los hechos y se haga justicia a las víctimas y a sus familias.

Los sacerdotes son personas que dedican su vida al servicio de Dios y al bien común. Su labor pastoral y social es fundamental para atender las necesidades espirituales y materiales de millones de mexicanos. Por eso, es urgente que se garantice su seguridad y se respete su dignidad humana y religiosa.