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Marcello Stanzione, especialista en ángeles

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Entrevista a Marcello Stanzione, especialista en angeología

«El ángel realiza en el mundo los designios de Dios que ha contemplado en Dios»

Marcello Stanzione ha escrito 300 libros sobre ángeles. El estudioso sabe dónde viven, cómo se manifiestan y su fuerte relación con España

Las manifestaciones de los ángeles a los hombres, el «lugar» donde viven, el fuerte vínculo entre España y los mensajeros de Dios. Hablamos de ello en una entrevista con Don Marcello Stanzione, uno de los mayores estudiosos mundiales de los ángeles. Nos reunimos con él en Roma, donde se ocupa de organizar la primera proyección mundial del documental Bajo el ala del arcángel, a cargo de la fundación polaca del «Arcángel San Miguel». El acto tendrá lugar el 12 de octubre en la iglesia de Santa Prisca.

Stanzione ha escrito 300 libros sobre ángeles y espiritualidad para treinta editoriales europeas y americanas. Sus textos se han traducido al polaco, alemán, esloveno, portugués, francés, español e inglés. El 8 de mayo de 2002 refundó la Asociación Católica Milicia de San Miguel Arcángel, a la que está muy unido por una profunda y antigua devoción.

–¿Por qué debemos creer hoy en la existencia de los ángeles?

–El nombre ángel viene del griego y significa mensajero (el que trae la anunciación) en el sentido de enviado por Dios; en la Biblia se les llama también de otras maneras, por ejemplo: hijos de Dios, siervos de Dios, (Jacob 4,18), ejército del Señor (Jacob 5,14), centinelas (Daniel 4,10). Como »destinados a un cargo«, desempeñan numerosas funciones por mandato de Dios: los encontramos luchando contra las huestes rebeldes, defendiendo el Paraíso Terrenal, acudiendo en ayuda de los hombres, llevándoles orientación para seguir el camino recto. Pero el término, como afirma San Agustín y recuerda el Catecismo (§ 329), indica su nombre y no su naturaleza, espiritual e incorpórea. Los ángeles existen. Ciertamente, debemos creer en su existencia. No se trata sólo de relatos de la Sagrada Escritura o de invenciones literarias, antiguos mitos mesopotámicos o visiones aparecidas a místicos o profetas. Se trata de una presencia concreta que podemos ver en la vida cotidiana y de la que nos hablan no sólo los místicos, sino los hombres corrientes, hombres que podríamos definir como »de la vida cotidiana", hombres pertenecientes a todos los tiempos, desde la Antigüedad hasta la Edad Media, desde el Renacimiento hasta nuestros días, hombres cuya existencia es cierta y cuya veracidad sería difícil negar. La existencia de los ángeles tiene una función muy importante en el conjunto de la doctrina católica: quien no tiene en cuenta su presencia, no alcanza el equilibrio necesario para la vida de su fe.

–¿Cómo puede manifestarse un ángel?

–Los ángeles, al igual que los demonios, no pueden actuar directamente sobre nuestras almas y voluntades que, salvo el pecado mortal que las entrega al demonio, están encadenadas a todo salvo a Dios. Se les permite, en cambio, actuar sobre nuestros sentidos y nuestra imaginación por medio de apariciones sensibles. Habiéndolas experimentado él mismo, San Juan de la Cruz las describe así: »Suele suceder a personas avanzadas en espiritualidad ver personajes y figuras de la Otra Vida, como Santos y Ángeles, buenos o malos; ser iluminados por alguna luz extraordinaria. A veces, oyen palabras insólitas pronunciadas por personas que se les aparecen, o por otras a quienes no ven. Otras veces, su olfato se ve afectado por olores muy agradables, sin que sepan de dónde proceden. Lo mismo sucede con los sabores« (San Juan de la Cruz, La Subida al Monte Carmelo). Este tipo de acción se llama más humano, a la manera del hombre. El otro modo se llama más angélico, a la manera de los ángeles».

Une lo que al hombre le parece irreconciliable: la contemplación y la acciónMarcello Stanzione

–¿Puede darnos un poco más de información sobre esta manera en que los ángeles pueden manifestarse?

–Ciertamente. Pueden ejercer su acción sobre el mundo material de un modo visible para nosotros. Esto explica el viento misterioso que, el 11 de febrero de 1858, agitó las orillas del río Gave en Lourdes, sin hacer mover los árboles. Esto explica también el famoso milagro del sol giratorio en Fátima, el 13 de octubre de 1917. Pero aún hay otra forma en que los espíritus celestiales pueden manifestarse a los hombres.

–¿Cuál?

–Otra forma angélica actúa directamente sobre los sentidos de una persona vidente, provocando lo que comúnmente se llama una aparición. Esta intervención puede ser tan fuerte que suspende los sentidos del vidente, provocando un fenómeno de éxtasis. La aparición, calificada de imaginaria, no significa que sea producto de un espíritu cansado, sino que el ángel utiliza nuestra imaginación, nuestra memoria, nuestras pasiones. Es con este tipo con el que se relacionan las apariciones en forma de sueño.

–¿Dónde viven los ángeles?

–La tentación es responder inmediatamente: en el cielo, sin especificar, ya que el cielo, en el sentido religioso, no podría localizarse geográficamente. Y es cierto que el cielo, el Paraíso, es la residencia normal de los ángeles que no han fracasado. Sin embargo, se entiende que todos los teólogos, y en primer lugar San Ambrosio y San Hilario, afirmen que un número muy grande de ángeles están perpetuamente, si uno se atreve a decirlo así, »en el extranjero« o en »viajes profesionales«. Son los ángeles de la guarda de los seres vivos y las Potencias encargadas del buen camino del universo y de los elementos. »El aire está enteramente lleno de ángeles", así afirma San Juan Crisóstomo. Sin embargo, la naturaleza espiritual del ángel le permite, aunque no esté dotado de ubicuidad, moverse a la velocidad del pensamiento. Sobre todo, el ángel nunca está ausente del cielo porque nunca pierde, dondequiera que esté, la visión beatífica, la contemplación de Dios. Une así lo que al hombre le parece irreconciliable: la contemplación y la acción. ¿Sabes lo que decía Santo Tomás de Aquino sobre este tema?

–No, dígamelo usted

–Santo Tomás precisa que esta acción brota precisamente de esta contemplación, ya que el ángel realiza en el mundo los designios de Dios que ha contemplado en Dios». Esta teoría tomista está sólidamente fundamentada en el Evangelio. «Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios», dice el Arcángel a Zacarías, anunciándole que no tardará en ser padre. Y el uso del tiempo presente no es casual. Gabriel no deja de estar ante el Trono del Altísimo, aunque esté presente en el Templo. No se trata allí de una prerrogativa principal conferida a este gran señor de la Corte divina que son los Serafines Miguel, Gabriel y Rafael, sino de un bien común a toda la Jerarquía angélica y que se extiende hasta el último de los ángeles custodios. Jesús lo deja claro: «Guardaos de despreciar a ninguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles ven constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos» (Mt 18,10). Esta presencia de ángeles dispersos por el mundo responde a una necesidad: contrarrestar la acción de los ángeles caídos expulsados del cielo.

–En España, ¿a qué época y episodios se refieren los primeros informes angélicos?

–La primera forma de devoción en una ciudad, se desarrolló en España a partir del año 1400 con una festividad en 1411, y tuvo como primera protagonista a la ciudad de Valencia, donde desde 1392 existe una capilla dedicada al ángel de la guarda. El culto al ángel en la capital de la Comunidad Valenciana se desarrolló no sólo a nivel religioso, sino también cívico. De hecho, fue la primera ciudad en establecer una veneración cívica, entre 1392 y 1395, a nivel municipal, por la que el ángel de la ciudad tiene su propia festividad y es invocado durante los oficios, pero también con motivo de la conmemoración de la Reconquista de la ciudad sobre los moros, en octubre. El día de la fiesta del ángel, la procesión devocional partía de la «casa de la ciudad», lo que hoy llamamos el Ayuntamiento, la Municipalidad, el lugar donde se administraba la res publica, y llegaba a la catedral con estandartes y símbolos de la ciudad. Durante esta procesión, un joven vestido de ángel era llevado hasta la sede del obispo, adornado con los atributos pertinentes de la majestad, que son: nobleza, bermellón y estandarte. Durante el periodo de la peste que asoló Valencia, entre 1647 y 1648, se colocaron tablillas con la efigie del ángel a las puertas de la misma ciudad y se compusieron oraciones e himnos para librarles de esta terrible enfermedad que había azotado la capital valenciana.

No fue hasta el siglo siguiente cuando este tipo de devoción se extendió a la vecina Portugal, y más tarde a Austria y algunas regiones italianas, sobre todo bajo la influencia de los Habsburgo. Hacia 1450, incluso en la cercana ciudad catalana de Gerona, y en 1493 en Zaragoza, se instituyeron fiestas anuales en honor del ángel de su ciudad.

El culto a los ángeles no desapareceráMarcello Stanzione

–¿Hay santos españoles a los que se les hayan aparecido ángeles?

–Son numerosos. La vida de san Vicente Ferrer está íntimamente ligada al mundo angélico. Él mismo, a nivel iconográfico, es representado muy a menudo como un ángel vestido de dominico, con alas detrás de los hombros y una trompeta en la mano. Esto se debe a que un día, durante un sermón en el que comentaba el pasaje del Apocalipsis. Entonces vi a otro ángel que volaba por en medio del cielo y que llevaba un evangelio eterno para ser proclamado a los habitantes de la tierra y a toda nación, raza, lengua y pueblo. Y clamaba a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio está cerca« (Ap. 14, 6-7). Afirmaba que él era el ángel del que habla el libro sagrado y exhortaba a sus oyentes a dar gloria al Altísimo porque su juicio no estaba lejos. El Hermano Vincent era un hombre y no un ángel, pero aquel día sintió que lo era porque de repente se sintió investido de una función que Dios otorga a ciertos ángeles, generalmente pertenecientes al coro de los arcángeles, la de anunciar grandes acontecimientos. Personalmente devoto de los ángeles custodios, tanto de los suyos como de los de las personas con las que se encontraba, no perdía ocasión de magnificar ante los fieles la benéfica misión que les había sido confiada y de invitarles calurosamente a responder a ella con gratitud y docilidad; y recomendaba vivamente recitar la invocación Ángel de Dios, afirmando que quien se deja guiar por su ángel custodio no pierde el camino. Dios quiso instarle a que un día tuviera también devoción por los ángeles custodios de las ciudades y de las naciones».

¿Qué le ocurrió al santo aquel día?

–San Vicente era un predicador itinerante y había recibido ayuda involuntaria en sus andanzas de estos ángeles. Cuentan las crónicas que un día, cuando se disponía a entrar con un grupo de creyentes en la ciudad de Barcelona para enseñar a sus habitantes, se detuvo de repente ante la puerta de la ciudad, entonces llamada Puerta del Orbs o Puerta Els, y mirando hacia arriba dijo en dialecto catalán: Ángel de Déu ¿Qué fas aquí? ¿Qué haces aquí Ángel de Dios? Al cabo de un rato, como si hubiera recibido una respuesta satisfactoria, entró en Barcelona por la Puerta. A los que le preguntaron qué había visto y con quién había hablado, les dijo que había visto un ángel grande con una espada en la mano derecha y una corona real en la izquierda que había afirmado, todavía en dialecto catalán, ser el ángel protector de Barcelona por orden del Altísimo que le daría ayuda. Debemos creer que, a partir de entonces, el Hermano Vicente ya no entró en ninguna ciudad europea sin antes saludar al ángel protector. Los habitantes de Barcelona, al enterarse de la visión de San Vicente, rebautizaron inmediatamente la Puerta del Orbe con el nombre de Puerta del Ángel. En 1466, se construyó cerca de ella una capilla con una estatua del Ángel de Barcelona. Hoy en día, ni la Puerta ni la capilla existen ya.

–¿Existen ciudades o lugares concretos en España vinculados a la devoción del Ángel?

–El culto al Ángel en España no sólo se limita a Valencia, donde comenzó a principios del siglo XIV, sino también en otras ciudades de España, como Zaragoza, Navarra, Barcelona, Burgos, Toledo, Córdoba y Mallorca. Lugares todos ellos en los que el ángel, con todas sus peculiaridades y características, hizo una enorme y divina aportación espiritual, pero también material, a las poblaciones de las que fue erigido guardián y patrono. Pero la ciudad en la que uno de los Santos Arcángeles es Patrón es Córdoba, en la que la devoción a San Rafael se revela de una manera muy singular y extraordinaria.

–¿Cómo imagina el culto a los ángeles en el futuro? ¿Resurgirá o desaparecerá?

–El culto a los ángeles no desaparecerá, sino que será cada vez más fuerte en la Iglesia católica del futuro.

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