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Algunas son santas o beatas, religiosas y laicasPaula Andrade

Las diez mujeres que han cambiado la historia la Iglesia en el siglo XXI

La madre Teresa de Calcuta es de la santas del siglo más conocidas, pero la vida de mujeres ejemplares, en su juventud, matrimonio, en el martirio engrosan la lista de la devoción popular

La Iglesia católica cuenta con muchas mujeres que, con su testimonio de fe, su servicio a los demás y su contribución a la evangelización, han marcado y siguen marcando la historia de este siglo.

Algunas de ellas son santas o beatas, religiosas o laicas, pero todas tienen en común el amor a Dios y a la Iglesia. Estas son algunas de las mujeres que hacen la historia en la Iglesia del siglo XXI.

Madre Teresa de CalcutaGTRES

Santa Teresa de Calcuta

Aunque falleció en 1997, su canonización en 2016 por el Papa Francisco la convirtió en una de las santas más populares y queridas del siglo XXI. Fundadora de las Misioneras de la Caridad, dedicó su vida a los pobres y enfermos, especialmente a los leprosos, en la India y otros países. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 y es considerada un icono de la caridad y la misericordia

Gianna Beretta Molla

Santa Gianna Beretta Molla

Esta médica italiana fue canonizada en 2004 por san Juan Pablo II como un ejemplo de santidad laical y familiar. Casada y madre de cuatro hijos, se destacó por su compromiso profesional y social, así como por su defensa de la vida. En su último embarazo, se negó a abortar a pesar de tener un tumor en el útero, y murió una semana después del parto, ofreciendo su vida por su hija

Chiara Badano, de adolescente

Beata Chiara Badano

Esta joven italiana fue beatificada en 2010 por el Papa Benedicto XVI como un modelo de santidad juvenil. Miembro del Movimiento de los Focolares, se caracterizó por su alegría, su generosidad y su amor a Jesús. A los 17 años le diagnosticaron un cáncer óseo que le causó mucho sufrimiento, pero que ella ofreció con fe y esperanza. Murió en 1990 con estas palabras: «¡Adiós, nos vemos en el paraíso!»

Beata Sor María Romero Meneses

Beata Sor María Romero Meneses

Esta religiosa nicaragüense fue beatificada en 2002 por san Juan Pablo II como un ejemplo de santidad social. Miembro de las Hijas de María Auxiliadora, se dedicó a la educación y a la promoción humana de los más necesitados, especialmente de las jóvenes pobres. Fundó varias obras sociales en Costa Rica, donde vivió gran parte de su vida. Murió en 1977 con fama de santidad y milagros

Beata Guadalupe Ortiz de Landázuri

Beata Guadalupe Ortiz de Landázuri

Esta química española fue beatificada en 2019 por el Papa Francisco como un ejemplo de santidad cotidiana. Miembro del Opus Dei, se destacó por su labor docente e investigadora, así como por su colaboración con San Josemaría Escrivá en el inicio del Opus Dei en México. Fue una mujer pionera, valiente y alegre, que supo integrar su fe y su trabajo. Murió en 1975 con fama de santidad y milagros

Beata Marianne Cope

Beata Marianne Cope

Esta religiosa alemana fue beatificada en 2005 por el Papa Benedicto XVI como un ejemplo de santidad misionera. Miembro de las Hermanas Franciscanas del Sagrado Corazón, se dedicó al cuidado de los enfermos y los inmigrantes en Estados Unidos. En 1883, aceptó ir a Hawái para atender a los leprosos, junto con San Damián de Molokai. Allí permaneció hasta su muerte en 1918, sin contraer la enfermedad.

Beata María de Jesús Crucificado

Beata María de Jesús Crucificado

Esta religiosa palestina fue beatificada en 1983 por san Juan Pablo II como un ejemplo de santidad mística. Miembro de las Carmelitas Descalzas, tuvo una vida marcada por el sufrimiento y la persecución, pero también por los dones extraordinarios del Espíritu Santo. Fue una mujer humilde, alegre y profética, que promovió el diálogo interreligioso y la paz. Murió en 1878, a los 33 años.

Beata María Clementina Anuarite Nengapeta

Beata María Clementina Anuarite Nengapeta

Esta religiosa congoleña fue beatificada en 1985 por san Juan Pablo II como un ejemplo de santidad martirial. Miembro de las Hermanas de la Sagrada Familia, se dedicó a la educación y a la formación de las jóvenes africanas. En 1964, durante la rebelión de los simbas, fue capturada y torturada por negarse a renunciar a su fe y a su castidad. Murió perdonando a su asesino, diciéndole: «Te perdono porque sabes lo que haces».

Beata María Restituta Kafka

Beata María Restituta Kafka

Esta religiosa checa fue beatificada en 1998 por san Juan Pablo II como un ejemplo de santidad heroica. Miembro de las Hermanas Franciscanas de la Caridad Cristiana, se dedicó al cuidado de los enfermos como enfermera y cirujana. En 1942, fue arrestada por los nazis por oponerse a la eutanasia y a la retirada de crucifijos de los hospitales. Fue condenada a muerte y decapitada en 1943, después de recibir la comunión.

Beata María Alfonsina Danil Ghattas

Beata María Alfonsina Danil Ghattas

Esta religiosa palestina fue beatificada en 2009 por el Papa Benedicto XVI como un ejemplo de santidad fundacional. Miembro de las Hermanas del Rosario de Jerusalén, fundó esta congregación en 1880, bajo la inspiración de la Virgen María, para atender las necesidades espirituales y materiales de los cristianos árabes. Se dedicó a la educación, la salud y la asistencia social, especialmente a las mujeres y los niños. Murió en 1927 con fama de santidad y milagros.

Beata María del Tránsito Cabanillas

Beata María del Tránsito Cabanillas

Esta religiosa argentina fue beatificada en 2002 por san Juan Pablo II como un ejemplo de santidad contemplativa. Miembro de las Hermanas Terciarias Franciscanas Misioneras del Santísimo Sacramento, fundó esta congregación en 1890, con el fin de adorar al Santísimo Sacramento y difundir el amor eucarístico. También se dedicó a la asistencia de los pobres y enfermos, especialmente de los leprosos. Murió en 1885 con fama de santidad y milagros.

Estas son solo algunas de las mujeres que hacen historia en la Iglesia del siglo XXI, pero hay muchas más que podrían añadirse a esta lista. Todas ellas son un testimonio vivo de que la santidad es posible y necesaria en nuestro tiempo, y que la mujer tiene un papel fundamental en la misión evangelizadora de la Iglesia. Que su ejemplo nos anime a seguir sus pasos y a ser luz del mundo y sal de la tierra.