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Misa del gallo

¿Por qué se llama Misa del gallo a la celebración de la Nochebuena?

La expresión misma que le da nombre a la Eucaristía de la noche del 24 refiere al horario en que se celebra esta Eucaristía, que coincide con el canto del gallo que anuncia el inicio del nuevo día

La Misa del gallo es una de las tradiciones más antiguas y populares de la Navidad, que se celebra en la noche del 24 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús. Pero ¿de dónde viene este curioso nombre y qué significado tiene?

La expresión misma que le da nombre se refiere al horario en que se celebra esta Eucaristía, que coincide con el canto del gallo que anuncia el inicio del nuevo día. Según el calendario romano antiguo, el día comenzaba a la medianoche, y el canto del gallo era la señal que marcaba el cambio de fecha. Por eso, la misa que se celebraba a esa hora se llamaba ad galli cantus (al canto del gallo).

Esta costumbre se remonta al siglo V, cuando el Papa Sixto III introdujo en Roma la celebración de una vigilia nocturna en la basílica de Santa María la Mayor, donde se veneran las reliquias del pesebre de Belén. El Papa quería así imitar la espera de los pastores que acudieron a adorar al Niño Dios, siguiendo el relato del evangelio de san Lucas.

El gallo, testigo del nacimiento de Jesús

Otra explicación del nombre de la misa del gallo se basa en una antigua leyenda, que dice que durante el nacimiento de Jesús había un gallo en el pesebre, que se encargó de «pregonar» por los alrededores lo que acababa de ocurrir. Así, el nacimiento del Mesías fue anunciado ad galli cantus, es decir, al canto del gallo.

Esta leyenda tiene un trasfondo bíblico, ya que el gallo es un símbolo de la luz y la vida que vence a las tinieblas y la muerte. El gallo también recuerda la profecía de Jesús a Pedro, de que le negaría tres veces antes de que el gallo cantara, y el posterior arrepentimiento del apóstol. Así, el gallo representa la llamada a la conversión y la misericordia de Dios, que nos ofrece un nuevo comienzo.

Invitación a la alegría y la esperanza

La Misa del gallo es una celebración que nos invita a la alegría y la esperanza, al recordarnos que Dios se ha hecho hombre y ha nacido entre nosotros. Es una oportunidad para renovar nuestra fe y nuestro amor a Cristo, que se ha hecho pobre y pequeño para salvarnos. Es también una ocasión para compartir con nuestros seres queridos y con los más necesitados el don de la paz y la fraternidad.

Esta Eucaristía es una tradición que se ha adaptado a las diferentes culturas y horarios del mundo, pero que conserva su esencia y su mensaje. Es una misa que nos prepara para recibir al verdadero Rey, que no viene con poder y gloria, sino con humildad y ternura. Es una misa que nos hace partícipes del misterio de la Navidad, que cambia la historia y nuestra vida.