El día del Señor: esto es lo que dice el catecismo sobre por qué es importante el descanso los domingos
Los Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco han defendido el descanso dominical como una expresión de nuestra libertad y de nuestra fe
El domingo es el día del Señor, el día en que celebramos su resurrección y su victoria sobre el pecado y la muerte. Es también el día en que la Iglesia nos invita a participar en la Eucaristía, fuente y cumbre de nuestra vida cristiana. Por eso, el domingo es un día sagrado, un día de fiesta, un día de alegría y de comunión.
No es solo un día de culto, sino también de descanso. El Catecismo de la Iglesia católica nos enseña que el descanso dominical es un deber moral, que nos ayuda a recuperar el equilibrio entre el cuerpo y el espíritu, entre el trabajo y la familia, entre lo humano y lo divino. El descanso dominical es también una forma de solidaridad con los más pobres y los más débiles, que sufren las consecuencias de una sociedad que idolatra el dinero y el consumo.
Amenazado por la lógica del mercado
Sin embargo, en esta época, el descanso dominical está amenazado por la lógica del mercado, que impone un ritmo frenético de producción y de consumo, que no respeta ni la dignidad de la persona ni el ritmo de la creación. Muchas personas se ven obligadas a trabajar los domingos, o a realizar actividades que les impiden dar culto a Dios, gozar de la alegría propia del día del Señor, o disfrutar del debido descanso de la mente y del cuerpo.
Defender el descanso dominical en nuestra sociedad es un reto que requiere de la conciencia y la acción de todos los ciudadanos, especialmente de los cristianos. Algunas posibles formas de defender el descanso dominical son:
- Participar activamente en la vida de la Iglesia, asistiendo a la misa dominical y a otras actividades pastorales que nos ayuden a vivir el domingo como el día del Señor.
- Respetar el derecho al descanso de los demás, evitando consumir productos o servicios que impliquen el trabajo de otras personas en domingo, salvo casos de necesidad o de beneficio común.
- Apoyar las iniciativas sociales y legislativas que promuevan el descanso dominical, como la ley del descanso dominical que se aprobó en España en 1904, o la Iniciativa europea para defender el descanso dominical que se lanzó en 2014.
- Sensibilizar a la opinión pública sobre el valor del descanso dominical, difundiendo el magisterio de la Iglesia al respecto, como el delos Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, que han defendido el descanso dominical como una expresión de nuestra libertad y de nuestra fe.
Por eso, la Iglesia nos llama a defender el valor del descanso dominical, como una expresión de nuestra libertad y de nuestra fe. Respetar el descanso dominical es una forma de testimoniar que Dios es el Señor de nuestra vida, y que nada ni nadie puede ocupar su lugar. Respetar el descanso dominical es también una forma de cuidar de nosotros mismos, de nuestra salud física y mental, de nuestra vida familiar y social, de nuestra relación con la naturaleza y con los demás. Respetar el descanso dominical es, en definitiva, una forma de vivir plenamente el sentido del domingo, como el día de la gracia, de la esperanza y de la misión.