Ortega expulsa a otros tres sacerdotes de Nicaragua

Otros tres sacerdotes se suman a la lista de expulsados de Nicaragua. Ezequiel Buenfil, Erick Figueroa y David Pérez han sido desterrados del país, según ha denunciado la abogada e investigadora Martha Patricia Molina.

Desde el pasado 14 de enero, estaban siendo amenazados por la Policía sandinista al término de la celebración de la Misa en sus parroquias y finalmente han tenido que salir de Nicaragua. Ese mismo día, Buenfil y Figueroa desaparecieron y luego fueron expulsados.

Estos hechos tienen lugar tan solo unos días después de que 19 sacerdotes fuesen obligados a exiliarse en el Vaticano y de que las autoridades nicaragüenses cancelasen la personalidad jurídica de 16 oenegés, la mayoría gestionadas por la Iglesia. Según informó el pasado día 16 de enero el ministerio del Interior nicaragüense, se han ilegalizado nueve organizaciones por incumplimiento de leyes que las regulan y obstaculización del control y vigilancia de la Dirección General de Registro y Control de Organismos sin Fines de Lucro; mientras que otras siete fueron disueltas por decisión voluntaria.

David Pérez, uno de los últimos expulsados del país, salió el 16 de enero, después de quedar cancelada la organización que regentaba su orden religiosa. Con estos cierres obligados suman más de 3.550 las organizaciones de este tipo disueltas tras las protestas populares que estallaron en abril de 2018. En la mayoría de los casos, sus bienes han sido incautados.

Un día antes, el 15 de enero, llegaron a Roma los 19 sacerdotes expulsados por Ortega. Entre ellos estaba Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, que ha pasado en prisión 500 días acusado de traición a la patria.