Las monjas 'youtubers' de Benigànim en busca del milagro de su fundadora: «Siempre llevamos el móvil encima»
Comenzaron compartiendo fragmentos del Evangelio y ahora han superado los 8.000 seguidores en Instagram
Con miles de seguidores en redes sociales, las Hermanas Agustinas Descalzas de Benigànim, llegan al mundo digital para evangelizar y conseguir la canonización de la beata Inés. Quieren que todos sepamos quiénes son: monjas que comunican en las redes su vida dedicada al amor a Dios y a los demás.
Se están convirtiendo en un fenómeno que ningún sociólogo había previsto: desde la clausura de su monasterio, han creado una red de evangelización y de formación que ha irradiado las redes sociales. Su último y viral reto ha sido mostrar al mundo los milagros e intercesiones de su fundadora, la beata Inés, coincidiendo con su fiesta el pasado 21 de enero.
El Debate ha querido entrevistarlas, para tratar de comprender este fenómeno digital. Tienen más 8.000 seguidores en Instagram y han superado los 2.000 en YouTube. No son jovencitas, pero podrían dar clases en el uso de las redes sociales a muchos jóvenes. Esta es la historia de las Hermanas Agustinas Descalzas de la localidad valenciana de Benigànim.
«El canal de YouTube se inició, en el 2009, la hermana Aurora tiene un don para las tecnologías y empezó a subir vídeos para mostrar nuestra vida, la vida de la beata Inés y la de otra beata Josefa, mártir del 1936», nos cuenta la hermana Gemma. Han sabido convertir YouTube e Instagram, en el medio perfecto para difundir la palabra y empujar para conseguir la canonización de la beata Inés, religiosa agustina nacida en Benigànim el 1625.
En busca de un milagro
«La beata Inés era una chica muy sencilla, pobre, que tuvo unas experiencias místicas. Ella pensaba que las tenía todo el mundo, pero no, era solo ella. En esa respuesta Jesús que se le manifestó y quiso que fuera para Él, trata de ser coherente, muy consciente de sus límites, con una cultura muy limitada y con mucha sencillez consiguió que obispos, sacerdotes, incluso la realeza acudiera a ella a pedirle consejo, gracias al don recibido por el Señor», comenta la hermana Gemma.
El éxito en las redes que ha tenido lugar con esta iniciativa ha sido sorprendente: han recibido de forma masiva vídeos de personas agradecidas a los milagros de la beata. «Ha sido hacer correr un poco la voz y comenzar a tener testimonios de gente que contaban los favores de la beata en momentos concretos de su vida», cuenta la hermana Gemma de la Trinidad, pero advierte que «hay que buscar un milagro que realmente sea comprobable científicamente».
Dejarse llevar por el Espíritu Santo
Aseguran estar «sorprendidas por la repercusión». Pero el éxito no es casual, sino fruto de una marca digital que han construido a poco a poco. Comenzaron explicando fragmentos del evangelio y patrocinando encuentros vocacionales para chicas jóvenes y han acabado convirtiéndose en auténticas influencers, que cada domingo graban un vídeo. En ocasiones improvisando y dejándose llevar por el Espíritu Santo. «Siempre llevamos el móvil encima. La gente piensa que estamos todo el día rezando. Estamos rezando, pero ora et labora, los que se asoman a nuestras redes pueden ver también profundidad y un sentido de vida», explica la hermana Aurora.
Las redes son una herramienta, para a explicar las tareas del día a día y las anécdotas cotidianas. Tan pronto graban como recogen la cosecha de la oliva, como limpian las escaleras del monasterio o envían un saludo a sus seguidores de las hermanas mayores.
En sus perfiles de YouTube e Instagram, podemos ver a mujeres felices. La activad en redes las ha llevado a ser conocidas como las monjas youtubers. «Es como un caramelo añadido, intentamos que sea una prolongación de nuestra vida», apunta la hermana Gemma y a pesar del éxito continúan con los pies en la tierra.