Jornada por la Vida 2024
Los obispos piden prohibir los vientres de alquiler, una «deplorable práctica»
Solicitan «ayudas efectivas integrales» para «las madres que afrontan un embarazo inesperado»
Los obispos españoles celebran una jornada anual por la vida el 25 de marzo. Este año, al coincidir esa fecha con el Lunes Santo, se ha trasladado al 8 de abril, pero ayer hicieron público su mensaje. Tomando como punto de partida el discurso del Santo Padre a los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede del pasado 8 de enero, los prelados denuncian «la deplorable práctica de la maternidad subrogada», que «ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño». Por eso, los obispos piden «a la comunidad internacional que se comprometa a prohibir universalmente la práctica de la maternidad subrogada». «No se deberá emplear la técnica para producir de manera artificial la fecundación. Esto se agrava cuando, para obtener un bebé, se acude a un vientre de alquiler», añaden.
Los prelados, para quienes «la vida siempre es una buena noticia y así debe ser recibida y valorada y cuidada, desde su concepción hasta su muerte natural», alertan de prácticas que la amenazan: «la trata de personas y la esclavitud moderna», «las situaciones de pobreza extrema», algunas de «nuestras actitudes hacia las personas migrantes», y las «personas en condiciones de trabajo inhumanas».
«También en la ancianidad y la enfermedad terminal la vida sigue siendo una buena noticia», agregan los obispos en su mensaje. «Debemos tener cuidado para no actuar según el criterio de que en esos momentos la vida ya es una carga pesada que debe eliminarse», advierten, a la vez que subrayan que «el poder total sobre la propia vida nunca ha sido un bien absoluto». «Hay que apoyar efectivamente a las familias para que puedan atender a sus mayores», agregan.
Respecto a la maternidad, solicitan «ayudas efectivas integrales (no solo económicas)» para que «las madres que afrontan un embarazo inesperado puedan seguir gestando a su hijo sin apuros».