Cinco hechos que prueban que la mezquita catedral de Córdoba es de la Iglesia

El diputado comunista por Córdoba, Enrique Santiago, acusó este martes a la Iglesia católica «de haber expropiado a la sociedad» nada menos que 35.000 edificios (en su mayoría, iglesias). Santiago inauguró un congreso titulado «Inmatriculaciones y Patrimonio Cultural: una cuestión de Estado» para, a su juicio, «dar a conocer a la sociedad el alcance de la desposesión, de la usurpación» que habría protagonizado la Iglesia católica por inmatricular los templos que lleva usando para el culto desde hace siglos.

«Es evidente que la mezquita de Córdoba no la construyó la Iglesia católica», apostilló el diputado, quien añadió que no era necesario ser «muy inteligente históricamente para llegar a esa conclusión», y culpó a la Iglesia de apropiación indebida de la misma. «Es un insulto a la inteligencia decir que pertenece a la Iglesia», sentenció con rotundidad. «Que un bien declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco pueda ser expropiado a la sociedad pone de manifiesto que en este país ha habido una legislación escasamente democrática y demasiado rémora de una dictadura», subrayó.

Aunque Ortega y Gasset solía afirmar que «es imposible convencer a quien no se quiere dejar convencer», aquí van cinco hechos –hay muchos más–que prueban que la Iglesia católica es la propietaria de la iglesia (valga la redundancia) catedral de Córdoba:

Es la propietaria desde 1236

Este argumento, en principio, debería bastar: la Iglesia católica es la dueña, por concesión de Fernando III el Santo, desde el año 1236. Durante casi ocho siglos, la mezquita de Córdoba ha sido la sede catedralicia de la diócesis de manera plena, ininterrumpida y sin ningún tipo de cuestionamiento hasta fechas recientes.

Las inmatriculaciones, novedad de 1998

Hasta 1998, la legislación española no permitía inscribir en el Registro de la Propiedad ningún templo católico abierto al culto público. Se daba por hecho la titularidad por parte de la Iglesia de todas sus posesiones, pero no se le permitía su inmatriculación, es decir, registrar la titularidad de una propiedad que ya poseía. Lo mismo aplicaba al resto de confesiones religiosas. En ese sentido, la inmatriculación no supuso un cambio de propiedad o una compra, sino simplemente inscribirlo en el Registro.

La inmatriculación de la mezquita catedral se produjo en 2006, por lo que algunos, torticeramente, comenzaron a repetir que «los obispos habían comprado la mezquita por 30 euros» (que era lo que costaba el proceso de inmatriculación).

La Junta y el ayuntamiento lo reconocen

La Junta de Andalucía firmó en 1991 (cuando estaba regida por los socialistas) un acuerdo de colaboración con el Cabildo de la catedral en el que el ejecutivo autonómico reconocía por escrito que el propio Cabildo era el «titular del monumento». Recientemente, el ayuntamiento de Córdoba, en la renovación del convenio para la visita nocturna, reconoce también la propiedad eclesiástica de la catedral.

Adicionalmente, un informe de la asesoría legal del propio ayuntamiento de la ciudad andaluza reconoce que el conjunto monumental de la mezquita catedral nunca ha formado parte del inventario de bienes del consistorio.

Y más reconocimientos

El juzgado de Instrucción número 6 de Córdoba reconoció en junio de 2015 que el conjunto monumental mezquita catedral de Córdoba es propiedad de la Iglesia desde 1236, y desde entonces ha sido poseída por la Iglesia católica de manera pública, pacífica e ininterrumpida.

En esa misma línea se pronunció en 2014 la Dirección General de Patrimonio del Ministerio de Hacienda, que señaló en un informe que el monumento nunca ha pertenecido al Estado.

También a nivel internacional, la Comisión Europea afirmó en 2016 que no existe base legal para intervenir y se remitió a la legislación nacional en aquellas cuestiones relacionadas con la propiedad del templo.

Cuidado ejemplar

Algunos han tratado de poner en entredicho la profesionalidad del Cabildo a la hora de mantener y conservar el monumento. Sin embargo, su labor ha sido reconocida por la Unesco cuando, en 2014, elevó la categoría de la catedral de Córdoba, antigua mezquita, a Bien de Valor Universal Excepcional y reconoció que «el uso religioso del templo ha asegurado la preservación del monumento».

Desde el Cabildo aseguran, además, que «la mezquita es el motor económico de la provincia, tal y como demuestra el informe de la Universidad Loyola de Andalucía, que señala que genera más de 400 millones de euros en la economía cordobesa».

Toda esta labor se ha realizado, además, sin ayudas públicas, según el Cabildo, ya que desde «hace más de 18 años, la Junta de Andalucía no ha invertido ni un solo euro en la conservación y mantenimiento del templo».