Opus Dei
Médicos, hidrogeólogos, ingenieros o profesores: así son los 29 sacerdotes que se ordenan mañana en Roma
Entre los nuevos presbíteros hay cinco españoles y varios asiáticos
Mañana sábado recibirán las órdenes sagradas 29 fieles del Opus Dei en la basílica romana de San Eugenio de manos de monseñor Paul Toshihiro Sakai, obispo auxiliar de Osaka-Takamatsu (Japón). Los candidatos provienen de 19 países distintos, entre los que se encuentran los españoles Javier de Juan Pardo, José de la Pisa Pérez de los Cobos, Jordi Farreras Tió, Javier Jauquicoa Martinena y Álvaro Piquer Altarriba.
El resto de candidatos proviene de naciones tan diversas como Suiza, Japón, China, Filipinas, Suecia, Camerún, Australia, Paraguay o Kenia. Muchos de los neo sacerdotes poseen carreras universitarias civiles y han trabajado con anterioridad. Es el caso de Djuna Pascal Mansinsa, nacido en Kinshasa en 1988, que se graduó como ingeniero mecánico en 2013. Trabajó tres años en el hospital Monkole, en el mantenimiento de equipos e instalaciones, y en 2018 marchó a Roma para iniciar su formación sacerdotal.
Wai Leung Ng nació en Hong Kong en 1989, donde estudió Lengua y Literatura Inglesa y Pedagogía. Trabajó varios años como profesor de inglés, ética y religión en el colegio Tak Sun, donde había conocido la fe como alumno y fue bautizado con 17 años. «En mi tierra hace falta mucho apostolado para que lleguen a conocer y amar a Jesucristo. Os pido oraciones para que esto sea realizado y haga bien mi parte como sacerdote en este proyecto», ha pedido a través de la página web del Opus Dei.
Alberto Hikaru Shintani es natural de São Paulo (Brasil), donde vivió su infancia. Quinto de siete hermanos, su familia es originaria de Japón, país al que regresó para estudiar Historia de Japón en la universidad. Al finalizar su carrera en la Kobe University y después un máster en la Kyoto University, trabajó como investigador en la Japan Society for the Promotion of Science. «Independientemente del entorno cultural, lo que uno busca al final es siempre lo mismo: un sentido para su existencia, un amor para su vida, un motivo para levantarse cada mañana», asegura.
Un hidrogeólogo africano
Chinwike Asolibe es nigeriano. Después de la carrera y postgrado en Hidrogeología en la University of Benin, se dedicó varios años a la enseñanza en colegios. Como sacerdote, «su gran deseo es dedicarse a que la semilla de la buena nueva plantada por los misioneros en África occidental durante los últimos 150 años arraigue en la vida de tanta gente de Nigeria, para que sean verdaderos portadores del Evangelio».
Jaime Hernández es un joven médico que viene de Estados Unidos. Nacido en México, hizo la especialización en Cardiología en España y se dedicó después al tratamiento de las arritmias cardíacas en Estados Unidos. «Veo mi labor como sacerdote en continuidad con mi vocación como médico. Jesús también era doctor, casi todos sus primeros milagros fueron curaciones. Muchas veces mi trabajo como sacerdote también será curativo, con la gracia del Señor a través de los sacramentos, escuchando, acompañando y dando afecto», ha explicado.