Effetá para veteranos: nace Simeón y Ana, un retiro para españoles mayores de 70
El pasado fin de semana (21 al 23 de junio), 33 personas fueron las primeras en participar en este retiro que pretende hacerles ver «lo que les necesita Jesús a ellos»
El anciano Simeón esperaba en el Templo porque el Espíritu Santo le había avisado de que no moriría sin ver cumplida la promesa mesiánica. Allí se encontraba el día en que sus padres llevaron a Jesús a presentarlo. En esta famosa escena contada por Lucas en su Evangelio estaba también la profetisa Ana, de cuya vida no se conocen tantos detalles como del «hombre justo y piadoso».
Lo que sí se sabe es que tenía entonces 84 años y que había estado casada durante siete años, pero que mucho tiempo atrás había quedado viuda. Ambos personajes, aunque puedan parecer secundarios, son en realidad (y así los ha destacado el Papa Francisco en varias ocasiones) un ejemplo de fidelidad en la espera y de esperanza en la vejez.
A través de ambas figuras ha surgido un retiro espiritual, bautizado con sus nombres, pensado para mayores de 70 años. Estos ejercicios se presentan como un encuentro «con el Señor que da sentido a todo y orienta a la conquista de la vida eterna», según explica la responsable de la actividad, Susi de Pablos, a AciPrensa.
Igual de secreto pero más pausado
No obstante, aclara, la idea no fue suya completamente. Fue al párroco del Santo Cristo de la Misericordia de Boadilla del Monte (Madrid), Javier Siegrist, a quien se le ocurrió ofrecer esta experiencia. El sacerdote había estado muy involucrado en los retiros de Effetá, Emaus, Bartimeo o Proyecto Amor Conyugal, pero algo faltaba. Uno dedicado a las personas mayores.
Las dinámicas son similares en todos ellos –no se pueden conocer antes de hacerlo– pero los testimonios y experiencias están centrados en Ana y Simeón. El ritmo, eso sí, es más pausado, adaptado a los ritmos de las personas de mayor edad. Dentro del programa han incluido actividades visuales y testimonios orientados a dar esperanza.
El pasado fin de semana, 33 personas participaron en este retiro que pretende hacerles ver «lo que les necesita Jesús a ellos», continúa de Pablos. Para ella, Simeón y Ana –como ejemplo y como actividad– son necesarios porque algunas personas «a esa edad están muy solas» y para transmitirles «que la misericordia de Dios es infinita». Incluso en la edad avanzada, igual que a Ana y Simeón, «nos sigue queriendo y necesitando».