El desconocido hermano de Caín y Abel que vivió más de 900 años y fue antepasado de Noé y Matusalén

Todos conocen a Caín y Abel, el trabajador del campo y el cuidador del ganado, el fratricida y el hijo difunto de Adán y Eva. Pero el primer hombre y la primera mujer tuvieron otro hijo que ha quedado eclipsado por la brutal muerte con la que recién comienza el gran árbol genealógico que llega hasta Jesús de Nazaret.

Muchos años antes del diluvio universal, de Noé, los animales y el arca, el Génesis narra que después de la muerte de Abel a manos de Caín, Adán «conoció otra vez a su mujer» –expresión usada como sinónimo de relaciones íntimas, por eso lo de que María no conoció varón– y dio a luz a otro hijo. Lo llamaron Set y vivió un total de 912 años. De todos los descendientes que tuvo, en la Biblia tan solo se nombra a uno, Enós. Es en su época en la que se «comenzó a invocar el nombre del Señor».

Set no habría sido el último hijo de Adán y Eva, ya que tras el nacimiento de este tercero se dice en el Génesis que el que mordió la manzana del pecado vivió 800 años más y «engendró hijos e hijas». De ninguno de ellos se conoce su nombre.

De vuelta a la historia de Set, en realidad el relato bíblico tampoco da a conocer muchos detalles, pero otra fuente antigua menciona a este tercer hijo de Adán y Eva. El historiador Flavio Josefo en su obra Antigüedades Judías, especifica que Set fue el décimo hijo de la primera pareja de la humanidad y da algún detalle más de su personalidad. «Después de haber sido educado y llegado a la edad de la discreción, cultivó la virtud, sobresalió en ella y dejó a sus descendientes, que imitaron sus caminos».

El historiador judío más famoso de la antigüedad también cuenta que sus descendientes inventaron la sabiduría sobre los cuerpos celestes y fueron los inventores de «los pilares de los hijos de Set», una serie de descubrimientos astronómicos e invenciones científicas.

Su nombre significa «sustituir». Cuando Set nació, según narra el Génesis, su padre dijo: «Dios me ha dado otro descendiente en lugar de Abel, asesinado por Caín». Sus descendientes, llamados setitas, mantuvieron su fidelidad a Dios. De Set salen Noé, los patriarcas, la nación de Israel y finalmente, Cristo.