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Daniel Ortega y Rosario Murillo.AFP

Otros siete sacerdotes nicaragüenses son desterrados al Vaticano

El único sacerdote que sigue detenido en el seminario es Frutos Constatino Valle Salmerón, de 79 años. Con este nuevo exilio de religiosos, ya suman 46 los expulsados del país

Siete sacerdotes nicaragüenses, que estaban en arresto domiciliario en un seminario, han sido excarcelados y desterrados al Vaticano, según ha denunciado la organización Nicaragua Nunca Más, que ha calificado la medida del régimen de Ortega como «traslado forzoso» y un «crimen de lesa humanidad». El único sacerdote que sigue detenido en el seminario es Frutos Constatino Valle Salmerón, de 79 años y administrador ad omnia de la diócesis de Estelí, en el norte de Nicaragua, también administrada por Álvarez.

A través de un comunicado la oenegé ha indicado que los religiosos fueron detenidos «arbitraria e inconstitucionalmente por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo» entre el 26 de julio y el 5 de agosto. Este acto, afirman, «representa una alarmante violación de la libertad religiosa y de derechos humanos en Nicaragua».

«Condenamos estas injusticias cometidas en menos de dos años contra 51 personas religiosas desterradas, incluyendo a monseñor Rolando Álvarez y exigimos respeto pleno a la dignidad de todos», agregan desde la organización humanitaria con sede en Costa Rica e integrada por activistas nicaragüenses exiliados. También dicen que «La fe no debería ser motivo de persecución».

Por su parte, el Gobierno de Nicaragua ha informado que envió al Vaticano a un grupo de sacerdotes nicaragüenses que se encontraban detenidos y bajo vigilancia policial en el Seminario Interdiocesano Nuestra Señora de Fátima, en Managua. «Han llegado bien y han sido recibidos por la Santa Sede», ha indicado el Ejecutivo nicaragüense en una declaración leída a través de medios oficiales por la vicepresidenta Rosario Murillo, en la que no ofreció más detalles.

Los sacerdotes nicaragüenses enviados al Vaticano son Edgar Sacasa, Ulises Vega, Marlon Velázquez, Víctor Godoy, Harvin Torres, Jairo Pravia y Silvio Romero, todos de la diócesis de Matagalpa, norte de Nicaragua. Esta es dirigida desde el exilio por el obispo Rolando Álvarez, que fue excarcelado y enviado a Roma en enero pasado, después de ser condenado a 26 años de prisión por supuestos delitos relacionados con traición a la patria. Fuentes políticas han confirmado a la Agencia Efe que Ortega está presionando al Vaticano para nombrar un nuevo obispo para esta diócesis.

No es la primera vez que el régimen lleva a cabo una deportación masiva de religiosos. El pasado mes de enero Ortega acordó con la Santa Sede el envió de los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, junto a 15 sacerdotes y dos seminaristas, a los que mantenía privados de libertad. Antes de esto, el 18 de octubre un grupo de 12 sacerdotes fueron enviados a Roma y en febrero de 2023, las autoridades sandinistas excarcelaron a otros ocho sacerdotes y los exiliaron a Estados Unidos.