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Fotograma de 'El gran aviso'European Dreams Factory

¿Va a enviar pronto Dios «un gran aviso» a la Humanidad?

El cineasta Juan Carlos Salas bucea en un documental sobre qué dice la Iglesia de los fenómenos de «iluminación de conciencia» y la posibilidad de que pudiéramos estar ante un próximo signo divino «visible en todo el mundo»

No es sacerdote, ni obispo, ni cardenal, sino cineasta. Y no muy conocido fuera de su México natal, por cierto. Sin embargo, mientras algunos de los primeros pasan de puntillas –o prefieren guardar silencio– sobre las llamadas a la conversión personal, la necesidad del arrepentimiento para salvar el alma, la certeza de que el infierno existe, o restan valor a los fenómenos espirituales que hoy siguen produciéndose en el mundo, Juan Carlos Salas se ha jugado su prestigio profesional –y buena parte de su capital– en llevar todos estos temas a la gran pantalla.

Y lo ha hecho a través de la película El gran aviso, que se estrena el 27 de septiembre en cines de la mano de la productora European Dreams Factory, la misma que ha cosechado notables éxitos dentro del cine católico con títulos como Nefarious o El beso de Dios.

Fotograma de 'El gran aviso'European Dreams Factory

De nuevo un documental… pero diferente al resto

Desde el punto de vista formal, El gran aviso vuelve a apostar por el formato documental que viene explotándose (casi de forma exclusiva) en las producciones audiovisuales católicas de los últimos años: Libres, Vivo, Purgatorio, Medjugorje, Madres, El misterio del Padre Pío… Así, durante una hora y media, desfilan por la pantalla hasta cinco testimonios reales diferentes, contados directamente a cámara y recreados por actores en algunos momentos, además de ciertos flashbacks sobre las visiones que santos como Faustina Kowalska tuvieron del Infierno.

Entre medias, se muestran entrevistas con expertos de notable prestigio en su campo, como es el caso de un filósofo de la Universidad de Nueva York, un astrónomo de Silicon Valley, un médico experto en experiencias cercanas a la muerte, una escritora especializada en profecías sobre los últimos tiempos, y un exorcista de fama internacional como el padre James Blount.

De modo que lo más llamativo de El gran aviso no es el formato elegido por Juan Carlos Salas, sino la hipótesis que plantea, sin ninguna cortapisa: la Humanidad ha tomado un rumbo tan descontrolado e impío que Dios, «pronto, pronto, muy pronto» enviará «un gran aviso visible en todo el mundo» que iluminará «la conciencia de cada persona» para volver a Él.

¿Qué es una «iluminación de conciencia»?

Para explicar este punto, Salas explora el poco conocido campo de la «iluminación de conciencia», que a pesar de tener un nombre más propio de la new age que del texto del Catecismo, es un elemento perfectamente reconocido por la Iglesia desde sus orígenes.

El caso más conocido de estos fenómenos es el de san Pablo camino de Damasco, y en síntesis vendría a ser un momento breve, pero de gran intensidad, en el que Dios permite a la persona comprender que Él existe, ver en su corazón el rumbo errático de su vida y el amor que Dios le tiene, sentir las ofensas que le causan los pecados propios y ajenos, y reconocer la necesidad de un cambio personal drástico hacia Cristo.

Una experiencia mística que, según explica el director del filme para El Debate, «hoy cada vez más personas están sintiendo en todo el mundo, a pesar de que también cada vez más personas viven completamente alejadas de Dios».

Testimonios impactantes

Entre los testimonios que retratan este fenómeno, y que «son tan impactantes y reales que merecerían cada uno su propia película» en palabras del director, caben destacar dos para el público español.

El primero sería el de la enfermera bilbaína Amaya Martínez, que tomó el sobrenombre de María del Himalaya después de una «iluminación de conciencia» que experimentó en Calcuta, y cuyo testimonio ha sido ampliamente viral desde que lo dio a conocer en 2019 el entonces obispo de San Sebastián monseñor José Ignacio Munilla.

El segundo, algo menos popular, el del escritor y conferenciante británico afincado en Australia Alan Ames, que tras una «iluminación de conciencia» recibió diversos carismas del Espíritu Santo como la sanación o el don de profecía. El ministerio público de Ames (que ejerce por todo el mundo) cuenta con el respaldo de media docena de obispos y arzobispos australianos, y su libro A través de los ojos de Jesús es un best-seller en diversos idiomas, incluido el castellano.

Fotograma de 'El gran aviso'European Dreams Factory

Una poco conocida revelación particular

La parte más arriesgada del planteamiento de Salas es que da cabida a unas poco conocidas revelaciones particulares, presuntamente ocurridas en Hungría entre 1961 y 1983, y sobre las que la Iglesia no se ha pronunciado aún. Estas revelaciones habrían sido recibidas por una ama de casa de Budapest, Isabel Kindelman, y recogidas en su diario espiritual «La llama de amor viva del Inmaculado Corazón de María». Su mensaje insiste en que Dios dará «un gran aviso» a toda la Humanidad, con repercusiones incluso en el cosmos y en la naturaleza, para darle la posibilidad a cada persona de arrepentirse antes de que se desencadene el final de los tiempos que precederá al Apocalipsis.

También tienen hueco en la película algunos discursos sobre el acelerado y progresivo alejamiento de Dios de las sociedades contemporáneas pronunciados por el arzobispo Fulton Sheen, que fue muy popular en Estados Unidos durante la Guerra Fría y que fue reconocido como «venerable» por Benedicto XVI, en 2012.

Como el propio director explica para El Debate, «lo bueno que tiene la Iglesia es que nos da a los fieles la libertad para creer o no creer en este tipo de revelaciones. Pero los mensajes sobre un posible ‘gran aviso’ son tan importantes, y se están produciendo de una forma tan reiterada en los últimos años, que he considerado que, como cineasta, tenía que darlos a conocer».

No sabemos si, en efecto, Dios producirá dentro de poco estos grandes signos en el mundo. Pero, al menos, quienes acudan al cine a partir del 27 de septiembre podrán comprender por qué un creciente número de personas en todo el mundo creen que eso sí ocurrirá.