Casi mil jóvenes se reúnen en Terrassa para revivir la experiencia del Monte Tabor en un festival de música

Har Tabor, un evento de encuentro y oración en forma, tuvo como objetivo acercar a Dios a las cerca de un millar de personas que asistieron, mediante la alabanza, y demostrar que ser cristiano es vivir con una felicidad que trasciende lo terrenal.

El itinerario de este encuentro fue pedagógico, estructurado en tres partes esenciales que llevaron a los presentes desde la alabanza hasta el misterio más grande de alabanza, la Eucaristía, terminando con la adoración eucarística como continuación de la Misa.

Durante la primera parte, se alabó al Señor de manera exultante y gratuita. Como enseña la Iglesia: «La alabanza es la forma de orar que reconoce de la manera más directa que Dios es Dios. Le canta por Él mismo, le da gloria no por lo que hace, sino por lo que Él es», como dice el Catecismo de la Iglesia Católica, en el punto 2639.

Después, se celebró la Santa Misa, el punto central del encuentro. De hecho, todo el evento estuvo enfocado en vivir la Santa Misa, un lugar donde se adora, se alaba, se pide, se dan gracias, se repara por los pecados, se purifica, y se experimenta una unidad en Cristo. Por último, se realizó una adoración eucarística, un bello momento en el que se siguió contemplando el misterio eucarístico en un clima de recogimiento.

Har Tabor, que tuvo lugar el sábado 5 de octubre y fue organizado por la Delegación de juventud del obispado de Terrassa, en Montmeló, comenzó a las 16:00 h y terminó alrededor de las 22:30 h. A las 4 de la tarde, se abrió el recinto, y los jóvenes comenzaron a llegar desde las parroquias de la diócesis, tanto del Vallès Oriental como del Vallès Occidental. Jóvenes de Terrassa, Sabadell, Sant Cugat del Vallès, Matadepera, Valldoreix, Cerdanyola, Mollet del Vallès, Parets del Vallès, Bigues i Riells, l'Ametlla, Cardedeu, Granollers y muchos otros lugares sumaron más de 500 asistentes.

Al llegar, y antes de comenzar, los jóvenes pudieron recorrer los stands preparados por DeleJove, Cáritas, y The Chosen… Poco a poco, el recinto se fue llenando de manera ordenada, gracias a un buen número de voluntarios, entre ellos los seminaristas de la diócesis.

A las 16:30 h se dio inicio al festival musical. Tras una breve presentación y una catequesis sobre la importancia de la alabanza al Señor, destacando que esta alabanza alcanza su culminación en la celebración de la Eucaristía, comenzó la parte musical, con la actuación de los grupos cristianos Tuyo de Barcelona, Ruah de Madrid, y Evan Craft de Estados Unidos.

Mientras tanto, los jóvenes que lo deseaban podían hablar con un sacerdote o recibir el sacramento de la reconciliación. Un total de quince presbíteros jóvenes de la diócesis atendieron a los jóvenes durante toda la tarde, respondiendo a sus inquietudes y preocupaciones.

A las 17:30 h, llegó al recinto monseñor Salvador Cristau, obispo diocesano, quien se interesó por el buen desarrollo del encuentro y saludó a numerosos jóvenes participantes. Y después, Cristau presidió la misa, concelebrada por 10 presbíteros jóvenes de la diócesis. En su homilía, invitó a los jóvenes a ser testigos del amor de Dios en sus vidas y entornos, a participar activamente en sus comunidades parroquiales, y a dedicar tiempo a la oración y adoración del Señor. Tras la Misa, hubo tiempo para la adoración al Santísimo y la oración personal.

Al concluir la jornada, Mons. Cristau valoró positivamente este nuevo encuentro: «Ha sido una experiencia enriquecedora que puede ayudar a los jóvenes a unir elementos tan diversos como la música, la oración y los espacios de vida interior».