Cinco claves del caso Torreciudad: la disputa entre el obispo y el Opus Dei en la que ha intervenido el Papa
El Papa Francisco ha nombrado un comisario pontificio para regularizar jurídica, canónica y pastoralmente el santuario aragonés que rige la Obra desde la cesión del entonces obispo en 1962
Tras cuatro años de negociaciones, el obispado de Barbastro y la prelatura del Opus Dei no han logrado llegar a un acuerdo sobre la situación de Torreciudad. Ahora, la decisión de qué pasa con el complejo ha pasado a estar en manos del Vaticano. El Papa Francisco ha nombrado un comisario pontificio para regularizar jurídica, canónica y pastoralmente el santuario aragonés que rige la Obra desde la cesión del entonces obispo en 1962.
¿Qué es Torreciudad?
Cuando tenía un año y medio de vida, san Josemaría Escrivá de Balaguer padeció una enfermedad infecciosa de la que los médicos pensaron que no se salvaría. Sus padres le encomendaron a Nuestra Señora de los Ángeles y le prometieron que si el pequeño se salvaba, harían una peregrinación a la antigua ermita de Torreciudad, donde se venera una talla de la madre de Dios desde el siglo XI.
En aquel mismo lugar, el fundador de esta prelatura fue quien auspició tanto la restauración del antiguo templo como la construcción de un complejo con una iglesia más grande y casas de convivencias para los peregrinos. El complejo fue inaugurado en 1975 y la primera ceremonia que allí tuvo lugar fue el funeral de su principal valedor, san Josemaría.
Se le conoce a día de hoy como el santuario de las familias. Con el paso de los años se ha convertido en un lugar de peregrinación en el entorno de los valles del Prepirineo aragonés. Se encuentra a 24 kilómetros de Barbastro (Huesca), donde se venera desde antiguo esta advocación de la Virgen. Según la memoria anual del santuario del año 2023, publicada el pasado mes de junio, en esos 365 días pasaron por Torreciudad más de 200.000 peregrinos.
¿Cuál es la causa del conflicto?
En julio de 2023, Barbastro anunció el nombramiento de un sacerdote diocesano como nuevo rector de Torreciudad. Hasta entonces, había sido la Obra la que se había encargado tanto de la rectoría como de los equipos de sacerdotes que atendían a los peregrinos.
La negociación para la regularización del complejo había comenzado en 2020, pero había transcurrido en silencio hasta entonces. Desde que esta noticia salió a la luz, se iniciaron una serie de reuniones –se han sucedido unas 20– y otro conjunto de comunicados públicos de ambas instituciones para llegar a un acuerdo sobre unos nuevos estatutos para Torreciudad, en vista de convertirlo en santuario diocesano.
¿Cuáles son los puntos de discordia?
Además del nombramiento del rector y el equipo de sacerdotes, otro de los principales asuntos de desacuerdo entre la prelatura y el obispado es el dinero. El canon simbólico que ha venido pagando la Obra por mantener la ermita y la talla de la Virgen es de 19,23 €, suma que desde Barbastro querían elevar a más de medio millón de euros y que el Opus Dei considera «desproporcionado».
Las cuentas del santuario, que el Opus Dei publica cada año, muestran que su situación financiera es deficitaria. El gasto anual supera el millón de euros (1.607.087 euros, según los datos de 2023), pero también lo hacen los ingresos. De esta última cantidad (1.348.568 euros), solo el 21 % procede de la actividad de Torreciudad (ventas y subvenciones), mientras que el resto se provee con las labores extraordinarias del patronato, sobre todo donativos. El balance de las operaciones del santuario en 2023 fue, sin embargo, negativo. El Opus Dei perdió el pasado año con este enclave espiritual más de 200.000 euros.
Además de en lo económico, tampoco se ponen de acuerdo ambas instituciones eclesiales en el lugar en el que ha de estar la Virgen. Cuando se construyó la iglesia grande en los años 70 del siglo pasado, la talla románica de Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad se trasladó a este nuevo templo. No obstante, en las negociaciones para los nuevos estatutos, el obispo Pérez Pueyo se ha mostrado partidario de que la Virgen regrese a la ermita.
Tanto la imagen como el pequeño templo fueron cedidos a perpetuidad a la obra en 1962, pero pertenecen a la diócesis. Otra parte del complejo, como las casas de convivencias y las demás instalaciones, fue construida con donativos promovidos por miembros del Opus Dei. Como parte de las negociaciones también se había puesto sobre la mesa que la prelatura renunciase a la cesión para siempre por tan solo unas décadas.
¿Por qué ha intervenido el Papa?
A finales de septiembre, Pérez Pueyo elevó la negociación al Dicasterio para el Clero y la Secretaría de Estado de la Santa Sede. Esta noticia llegó por sorpresa a la prelatura, desde donde lamentaron la negativa del obispo a alcanzar un acuerdo. Asimismo, informaron de que la Obra había mantenido al tanto al dicasterio de todo el transcurso de las conversaciones.
Ante esta petición de mediación al Vaticano, el Papa Francisco ha nombrado al español Alejandro Arellano como comisario pontificio plenipotenciario. Actualmente, el arzobispo dirige la Rota Romana, la máxima instancia judicial de la Iglesia católica, junto con el Tribunal Supremo de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Supremo de la Signatura Apostólica.
¿Qué va a pasar ahora?
El futuro de Torreciudad está ahora en manos del comisario pontificio. Esta figura, para la que ha sido elegido Arellano, tiene la autoridad para actuar en nombre del Santo Padre en asuntos específicos. Aunque todavía no se ha dado a conocer cuál será su línea de actuación en Torreciudad, el objetivo de esta intervención es terminar de regularizar la situación canónica, jurídica y pastoral del complejo, que cumple el próximo 2025, sus primeros 50 años.