Un misionero español en Camboya regala al Papa una silla de ruedas hecha por supervivientes de las minas

El sacerdote español Kike Figaredo le ha traído al Papa Francisco un regalo especial desde la misión en la que vive en Camboya. Estos días se encuentra en Roma con motivo del Sínodo de la Sinodalidad, pero no ha querido compartir con el Pontífice un recuerdo de las personas a las que lleva sirviendo más de 30 años.

Antes de la audiencia de este miércoles, el jesuita pudo reunirse con el Papa, en un encuentro que Figaredo ha definido como «precioso». «Kike, ¿qué me traes?», le preguntó Francisco, según ha contado el misionero a Aciprensa.

El obsequio que le ha llevado ha sido hecho a mano por algunos de los estudiantes de Banteay Prieb, un proyecto de los jesuitas a las afueras de Phnom Penh donde estudian personas con discapacidad, muchos de ellos mutilados por las explosiones de los campos de minas antipersonales. Mekong es su nombre y está hecha en madera. En el respaldo han pintado el escudo del Pontificado y bajo los reposabrazos, dos palomas de la paz.

Para Figaredo, «el recorrido de esta silla nos recuerda a todos el poder del amor, la curación y la solidaridad». Según ha contado el misionero, el Santo Padre quedó sorprendido al verla. «Dijo que era muy bonita», ha contado. De sus artesanos, Francisco destacó que no son discapacitados, en cambio, tienen «capacidades especiales».