Lleno total en la jornada de jóvenes de Extremadura con más de 2.000 asistentes
El pasado sábado los tres obispos de la provincia eclesiástica participaron en la peregrinación, la misa a los pies del acueducto y la enorme paella organizada por el ayuntamiento de Mérida
La Jornada interdiocesana de la Juventud ha reunido este sábado en Mérida a más de dos mil jóvenes procedentes de la tres diócesis extremeñas: Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia. Se desarrollaba este encuentro en la capital extremeña por encontrarse inmersa en pleno Año Jubilar Eulaliense.
La acogida de los participantes era en el polígono Nueva Ciudad. Los jóvenes se repartieron por la parroquia de Los Milagros y el pabellón Guadiana, lugar este último donde cantaron bailaron y rezaron antes de peregrinar a la basílica de Santa Eulalia. Monseñor José Rodríguez Carballo, arzobispo de Mérida-Badajoz, les pidió a los jóvenes que el día fuese de agradecimiento a Dios por varias razones: por el don de la vida, por el don de la fe, «y luego después, ¿por qué no?, por el don de la amistad». Don José les lanzó una pregunta: ¿Sobre qué o sobre quién edifico mi vida? «Ese quién tiene para nosotros un nombre: Jesús». También les sugirió que «nos ayudéis a hacer Iglesia en salida, no os acomodéis, no seáis viejos antes de tiempo. Empujadnos». Don José les pidió que transmitan alegría, la alegría que nos viene de Jesús, es la alegría que nace de sentirnos queridos, amados, bendecidos por Dios, cada uno en su situación personal.
Finalizada la oración, los jóvenes peregrinaron a la basílica de Santa Eulalia, donde fueron acogidos por don Jesús Pulido, Obispo de Coria-Cáceres, que les dirigió una pequeña reflexión a cada grupo.
Mientras los jóvenes peregrinaban hacia la basílica de Santa Eulalia, el alcalde de la ciudad, Antonio Osuna, recibió al arzobispo de Mérida-Badajoz y al obispo de Plasencia, don Ernesto Brotons, en el ayuntamiento. Don José agradeció en nombre de los tres obispos la acogida que prestó el Ayuntamiento desde el principio a la idea de celebrar esta jornada en la capital extremeña, mientras que el alcalde hizo lo mismo por haber elegido a Mérida para celebrar este encuentro juvenil multitudinario. Antes de hacerse la foto de familia hubo un intercambio de regalos. El alcalde les entregó una réplica del Crismón hallado en la Domus Ecclesiae y los obispos una réplica del cartel anunciador de la jornada de la juventud.
La siguiente cita era la eucaristía en el acueducto de los Milagros. Fue presidida por el arzobispo de Mérida-Badajoz, y concelebrada por los obispos de Coria-Cáceres, el de Plasencia y medio centenar de sacerdotes.
Rodríguez Carballo, en su homilía, les dijo a los jóvenes que no se dejen llevar por la corriente. «Algunos os llaman, o tal vez os llamamos generación de cristal, que es como llamaros la generación débil, la generación que no sabe hacer nada por su cuenta. Demostradnos, como habéis hecho con la DANA, que no es así, que sois capaces de mucha generosidad, que sois capaces de soñar un futuro distinto al que os estamos ofreciendo, que sois capaces de hacer un mundo nuevo».
El arzobispo propuso que se planteen su vocación desde Dios, bien al matrimonio, a la vida consagrada o sacerdotal. «Aquí -dijo- os lanzo otra pregunta: ¿Te has preguntado alguna vez si el Señor no estará pasando a tu lado como un día pasó al lado de los discípulos y estará diciéndoos: ‘¡sígueme!’?». Rodríguez Carballo les recordó que están llamados a la santidad y, para ello, les propuso el ejemplo de santa Eulalia y del joven Carlo Acutis, que será canonizado próximamente.
Tras la misa los participantes pudieron degustar una enorme paella, organizada por el ayuntamiento. Finalizada la comida comenzaba un festival con la actuación, entre otros, de Paula Pablo y la rapera Aisa. El obispo de Plasencia, don Ernesto Brotons, presidía el envío de los jóvenes para que sean evangelizadores de sus ambientes. Al finalizar el encuentro se anunció que el año próximo la Jornada Diocesana de la Juventud se llevará a cabo en Villafranca de los Barros, Badajoz.