Este sábado toma posesión el obispo de San Feliu de Llobregat
Entre los concelebrantes le acompañarán el administrador apostólico de San Feliu de Llobregat, Agustí Cortés, el nuncio apostólico, Bernardito Auza, y el obispo de la diócesis de Holguin (Cuba), Emilio Aranguren Echevarría
Este sábado 30 de noviembre, el cardenal y arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, celebra la ordenación episcopal y la toma de posesión de Xabier Gómez, nuevo obispo de San Feliu de Llobregat. Fue el pasado 8 de octubre cuando el Papa Francisco anunció el nombramiento de este dominico de 54 años.
Gómez ingresó en la Orden de Predicadores (Dominicos) en 2003. Realizó su noviciado en el convento de formación de Salamanca, donde el 17 de septiembre de 2004 emitió su primera profesión religiosa. En cuanto a su formación, es licenciado en Teología por la Facultad de Teología de San Esteban de Salamanca. Además, tiene un Máster en Orientación y Mediación Familiar por la Universidad Pontificia de Salamanca y en la Universidad Autónoma de Madrid se especializó en Mediación Social Intercultural.
Habla cuatro idiomas: español, francés, euskera y catalán. Hasta ahora era prior del convento Santo Tomás de Aquino-El Olivar de Madrid y director del departamento de migraciones de la Conferencia Episcopal Española.
Xabier Gómez sustituye en este cargo a monseñor Agustín Cortés Soriano, quien ha pastoreado esta diócesis desde su fundación, en 2004. En el saludo a sus nuevos diocesanos, el obispo electo San Felíu de Llobregat ha expresado que, en comunión, forman un «mosaico de esperanza y un puerto seguro para los heridos de la vida en esta orilla del Mediterráneo». Además, ha confiado su ministerio a la Virgen María: «A la Madre de Dios consagro desde esta hora mi servicio episcopal», ha afirmado.
Este sábado, entre los concelebrantes principales le acompañarán, el administrador apostólico de San Feliu de Llobregat, Agustí Cortés, el nuncio apostólico, Bernardito Auza, y el obispo de la diócesis de Holguin (Cuba), Emilio Aranguren Echevarría. También participarán, entre otros, los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense, la mayoría de sacerdotes de la diócesis de San Feliu de Llobregat, y de otras diócesis del Estado, abades y abadesas de monasterios de Cataluña, una representación de la orden de los dominicos, así como centenares de fieles de toda la diócesis. Por otro lado, hay prevista una presencia numerosa de autoridades del mundo civil, cultural, social, académico, de las fuerzas y cuerpos de seguridad, y del mundo político, entre los que cabe destacar el consejero de justicia, Ramon Ribagornet y el director general de Asuntos Religiosos, Ramon Bassas.
La celebración, que será retransmitida por Radio María en directo, comenzará con la procesión de entrada. Tras el saludo inicial, el administrador apostólico de la diócesis, el obispo Agustín, y el nuncio apostólico, Bernardito Auza, dirigirán unas palabras de bienvenida. A continuación, se procederá al inicio de los ritos de ordenación y la liturgia de la Palabra. Tras la homilía del arzobispo de Barcelona, la ceremonia continuará con el canto del Veni Creator Spiritus, las promesas del elegido, la letanía de los Santos y la imposición de manos sobre la cabeza de fray Xabier.
Seguidamente, el cardenal Omella impondrá el libro de los Evangelios abierto sobre la cabeza del nuevo obispo, otro momento lleno de solemnidad: «Hacéis también ahora que descienda sobre este elegido la fuerza que procede de vos, Padre: el Espíritu que da autoridad para regir y santificar, el que dais a vuestro Hijo estimado, Jesucristo, lo que él dio a los santos Apóstoles que establecieron la Iglesia en todo el mundo como santuario de vuestra presencia, a loza y gloria perenne de vuestro nombre». Esta es la parte principal de la plegaria de ordenación episcopal.
Finalmente, tendrá lugar la entrega del libro de los Evangelios, del anillo, de la mitra y del báculo. La celebración continuará con la Liturgia de la Eucaristía. Antes de finalizar la celebración, el nuevo obispo recorrerá la Catedral y bendecirá a los presentes. Acabada la ceremonia religiosa, todo el que lo quiera, podrá saludar, brevemente, al nuevo obispo.