
Tres cristianos, a punto de ser ejecutados en Nigeria
145 sacerdotes fueron secuestrados en Nigeria en los últimos 10 años: un panorama de inseguridad creciente
Según un informe de la Agencia Fides, de estos 145 sacerdotes secuestrados, 11 han sido asesinados y cuatro siguen desaparecidos
En los últimos 10 años, Nigeria ha sido escenario de un alarmante aumento en el secuestro de sacerdotes católicos, con un total de 145 casos registrados entre 2015 y 2025. Según un informe que recoge la Agencia Fides, de estos 145 sacerdotes secuestrados, 11 han sido asesinados y cuatro siguen desaparecidos. La mayoría de los secuestros, sin embargo, han terminado con la liberación de los clérigos, lo que plantea un patrón que podría estar relacionado con el rescate económico.
El informe, que fue elaborado por la Secretaría Católica de Nigeria (CSN) y enviado a Fides, revela que la región más afectada por estos secuestros es la provincia de Owerri, con 47 casos reportados. «A pesar de la alta cifra de secuestros, todos los sacerdotes, salvo dos, fueron liberados, lo que sugiere que los secuestros en esta zona son, en su mayoría, dirigidos a obtener un rescate y no tanto para llevar a cabo asesinatos», apunta el análisis.
Por otro lado, la provincia de Kaduna, en el norte del país, ha registrado 24 secuestros, de los cuales siete han terminado con la muerte de los clérigos. Esto representa el mayor número de víctimas fatales entre todas las provincias de Nigeria. «En esta región, los secuestros no solo buscan el rescate, sino que también se están produciendo asesinatos, lo que apunta a un patrón más violento y potencialmente relacionado con el terrorismo o las tensiones religiosas que afectan al norte de Nigeria», afirma el informe de la Agencia Fides.
Las provincias de Onitsha y Abuja también han sido zonas de preocupación, con 30 y 13 secuestros, respectivamente. Mientras que en Onitsha, un sacerdote fue asesinado, en Abuja, dos sacerdotes fueron víctimas mortales. Estos datos demuestran que, aunque las cifras no sean tan altas como en Kaduna, los secuestros en estas regiones también reflejan una creciente inseguridad que no distingue entre zonas urbanas y rurales.El informe también destaca que, a pesar de la violencia y la muerte de algunos sacerdotes, la provincia de Lagos se mantiene como la más segura para el clero. «Lagos no ha reportado secuestros de sacerdotes en los últimos 10 años, lo que sugiere que las medidas de seguridad más estrictas y una presencia policial más fuerte pueden estar contribuyendo a la protección del clero en esta región», recoge Fides.
En cuanto a los sacerdotes desaparecidos, el informe muestra que el destino de al menos cuatro sigue siendo incierto. Tres de ellos están desaparecidos en las provincias de Kaduna, Benín y Owerri, lo que plantea serias dudas sobre su paradero y situación.
Este aumento de secuestros de clérigos en Nigeria es solo un reflejo de la creciente inseguridad que afecta a todo el país, y que ha sido objeto de múltiples alertas por parte de las autoridades. El radicalismo islámico, que avanza con brutalidad en la región, es uno de los principales motores de esta violencia.
Tal como advirtió Sam Brownback, exembajador de Libertad Religiosa Internacional, y que recoge el portal Verdad en Libertad, «los militantes islámicos buscan el poder y el control, atacando a los cristianos en masa mediante secuestros y asesinatos». Este fenómeno, que originalmente se concentraba en Nigeria, ahora se está expandiendo a varios países vecinos, convirtiéndose en una amenaza regional.