Cada Domingo de Pascua, Florencia revive una tradición medieval única: el Scoppio del Carro. Este evento espectacular comienza cuando un carro decorado recorre la ciudad hasta la catedral, donde se enciende un deslumbrante espectáculo de fuegos artificiales. La tradición remonta a 1099, cuando Pazzino de Pazzi, un cruzado florentino, fue el primero en izar el estandarte cristiano sobre los muros de Jerusalén.
Como reconocimiento, recibió tres fragmentos del Santo Sepulcro, que fueron llevados a Florencia y guardados en varias iglesias. Según la leyenda, el Sábado Santo, los cruzados distribuyeron el fuego sagrado de la Resurrección, y en Florencia, a partir del siglo XII, se inició la costumbre de encender el fuego de Pascua con las chispas de las piedras traídas por Pazzino. Este ritual simboliza la purificación y el renacer de la Pascua.