El Papa Francisco: «Quien apoya la violencia profana el nombre de Dios»

El Papa Francisco ha sido contudente en la condena de la guerra y de quienes la apoyan o justifican. «Nuestro Dios es un Dios de paz y no de la guerra -ha asegurado-. Quien apoya la violencia profana su nombre».

El mensaje, en el Ángelus de este domingo, rompe cualquier relación con el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, quien en los últimos días ha justificado la agresión por parte de las tropas rusas en Ucrania.

En esta misma línea, el Papa Francisco ha insistido en que «ante la barbarie del asesinato de niños y civiles inocentes no existen razones estratégicas que lo justifiquen». Por ello ha reclamado una vez más que «se tiene que cesar esta agresión armada antes de que se llenen los cementerios». El camino, a su juicio, pasa por reabrir las negociaciones, poner fin a los bombardeos y facilitar los corredores humanitarios.

El tono del pontifice, tras más de 15 días de guerra en Ucrania, ha sido grave. Partiendo de la situación de la ciudad que lleva el nombre de la Virgen María, Mariúpol, a la que ha calificado de una «ciudad mártir de la guerra desastrosa que está devastando Ucrania». El Papa ha alzado la voz para exigir «que se escuche el grito de quienes sufren» y que «en nombre de Dios, ¡les pido que detengan esta masacre!»

En el día en que se cumplen nueve años de su elección como Papa, Francisco no ha hecho mención a este aniversario, eclipsado por la guerra en Europa. Lo que sí ha querido pedir es que el Viejo Contiente mantenga la acogida a los refugiados, «entre los cuales está presente Cristo». Al tiempo que ha agradecido la gran red de solidaridad que se ha formado en estas semanas en la mayoría de los países europeos.

Al final de su mensaje del Ángelus, con una plaza de San Pedro en la que lucían numerosas banderas azules y amarillas de Ucrania, el Papa ha pedido a las comunidades religiosas que «incrementen la oración por la paz, que recen por la paz».

Junto a las palabras de condena, el Papa sigue de cerca la situación en el país. La presencia de dos cardenales de su máxima confianza en Ucrania, Krajewski y Czerny, le ha facilitado información de primera mano a la hora de tomar decisiones. De momento, la actividad caritativa de la Iglesia católica, a través de numerosas organizaciones asistenciales, está siendo muy eficaz en las zonas fronterizas. El respaldo de los fieles de todo el mundo facilita los medios necesarios para su labor.