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El Papa Francisco ha insistido en el valor de la ancianidad en su nueva catequesis de los miércolesGTRES

La rodilla del Papa no mejora y habla de «saber despedirse bien»

«Hay que aceptar que la vejez te rebaja como protagonista, aunque tendrás otro modo de actuar, un modo diverso de participar en la familia, en la sociedad y en el grupo de amigos», ha reconocido el Papa

El Papa Francisco ha vuelto a mostrarse caminando con mucha dificultad en la Plaza de San Pedro, sin que la rehabilitación y el reposo prescrito por sus médicos den un resultado visible. Apoyado en un colaborador y con el bastón en otra mano, el obispo de Roma ha recorrido con lentitud los pocos metros que conducen del papa-móvil hasta el Sagrado de la Basílica de San Pedro, desde donde ha pronunciado la catequesis de hoy.

Limitación de agenda

Hace unas semanas, el Papa canceló el viaje a la República del Congo y Sudán del Sur, así como la procesión del Corpus Domine, eventos que tenía previsto protagonizar. Ahora está en juego que pueda, en las mismas condiciones físicas, realizar el próximo viaje a Canadá, a finales del mes de julio. Con una escasa movilidad afronta más de nueve horas de avión, que superan el trayecto que hubiera debido hacer a los dos países de África.

La limitación física del Papa, que determina claramente su agenda pública, ha despertado los comentarios sobre una posible renuncia. Frente a ello, uno de los obispos de Brasil que se encuentran esta semana de Visita Ad-Limina ha señalado a Vatican News que «no se le pasa por la cabeza renunciar». Ha añadido que el obispo de Roma «quiere vivir su misión hasta donde Dios le permita».

Estas declaraciones coinciden con lo que el cardenal Mario Grech afirmó hace unos días a Rome Reports, manifestando que «el Papa, por desgracia, tiene una dolencia en su rodilla. Pero créanme, su cabeza y su corazón están como nunca». Una realidad que se refleja en lo apretado de su agenda pública, cargada de encuentros con religiosos, autoridades y grupos.

La tentación del «protagonismo»

Las limitaciones y fragilidades de la ancianidad es el tema que comenta desde hace meses en sus catequesis en el Vaticano, pero esta semana ha tenido especial relevancia, al relacionarse con su propia salud. El Papa Francisco ha hablado de «la tentación, muy humana, sin duda, aunque bastante negativa, de conservar el protagonismo. En ocasiones el protagonista debe rebajarse, aceptar que la vejez te rebaja como protagonista, aunque tendrás otro modo de actuar, un modo diverso de participar en la familia, en la sociedad y en el grupo de amigos».

Aprender a decir adiós, esta es la sabiduría de los ancianos. Despedirse bien, con una sonrisa, aprender a retirarse en la sociedad, a despedirse de los otrosPapa Francisco

También el Papa ha comentado el hecho de saber despedirse de esta vida. «Aprender a decir adiós, esta es la sabiduría de los ancianos. Despedirse bien, con una sonrisa, aprender a retirarse en la sociedad, a despedirse de los otros». La vida de los ancianos, a juicio del Papa Francisco, «es una lenta despedida, lenta pero alegre, ya que he vivido la vida y he conservado la fe».

Jornada Mundial de las Familias

Pese a la fragilidad del Papa, el Vaticano ha anunciado esta semana que presidirá la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo el próximo miércoles, 29 de junio. Se trata de una ceremonia muy relevante, en la Basílica de San Pedro, donde el Santo Padre bendecirá los palios destinados a los nuevos arzobispos de todo el mundo.

La Jornada Mundial de las Familias, que comenzó en la noche de ayer con un festival en el Aula Nervi, será un nuevo test para apreciar la capacidad de movilidad del pontífice. Su entrega a las familias, y en especial a los más pequeños, pueden llevarle a dar más pasos de los que sus médicos le recomiendan. Un evento que se cierra el domingo con un mensaje de despedida a las familias después del rezo del Ángelus.