El Papa Francisco ha presidido la celebración en el Vaticano
Festividad de san Pedro y san Pablo
El Papa Francisco: «En la Iglesia hay lugar para todos»
El Santo Padre en la homilía de la festividad de san Pedro y san Pablo ha advertido del «la perversión del clericalismo»
La basílica de san Pedro del Vaticano se ha llenado de fieles este miércoles 29 de junio para celebrar la festividad de san Pedro y san Pablo, en una Misa que ha sido presidida por el Papa Francisco.
En su homilía, el Santo Padre ha asegurado que en la Iglesia «hay lugar para todos», aunque ha lamentado las «resistencias interiores» y la pereza que impiden «ponerse en marcha». La idea que el Pontífice ha defendido es que «una iglesia libre y humilde que se alza deprisa, no se queda atrás ante los retos de la actualidad ni permanece en los recintos sagrados», sino que se mueve «por el deseo de llegar y acoger a todos».
La basílica de San Pedro se ha llenado en la festividad de este miércoles 29 de junio
«Una Iglesia de puertas abiertas»
Francisco ha invitado a no olvidar la palabra «todos»: «acudid a las calles y llevad a todos. A ciegos, sordos, cojos, enfermos, justos, pecadores, a todos, todos. Esta palabra del Señor debe resonar en la mente y en el corazón, todos. En la Iglesia hay lugar para todos». A lo que ha agregado que «muchas veces somos una Iglesia de puertas abiertas, pero para despedir y condenar a gente».
En la liturgia, como manda la tradición, el Papa Francisco ha bendecido los palios que llevarán los nuevos obispos, unas estolas de lana blancas con seis cruces de seda negra que se pone sobre el pecho y los hombros. Y lo ha hecho en todo momento sentado por sus problemas de rodilla, que ya le permiten caminar cortas distancias, pero no pasar largos ratos de pie.
Ante los prelados, y cientos de fieles, Francisco ha vuelto a avisar de una «perversión» que afecta a la Iglesia, el «clericalismo», la vivencia del clero como si fuera una élite. «El ministro que adopta una actitud clerical ha tomado un camino equivocado», ha advertido.
El Papa Francisco, llegando al Altar de la Confesión con ayuda de un bastón
La procesión de entrada
El Papa argentino, de 85 años, no ha entrado en la basílica de San Pedro en procesión como el resto de obispos y curiales sino que ha esperado sentado al lado del Altar de la Confesión, al que ha llegado caminando ayudándose de un bastón, pero no en silla de ruedas.
Únicamente presidió la primera parte de la liturgia de san Pedro y san Pablo, hasta la bendición de los palios y la lectura de su homilía, mientras que la segunda parte Eucarística fue presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re.