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San Juan Pablo II y Mijaíl Gorbachov el 1 de diciembre de 1989AFP

Qué le dijo san Juan Pablo II a Mijaíl Gorbachov en su histórico encuentro de 1989

El 1 de diciembre se encontraron perseguidor y perseguido en una cita histórica en la que el Papa polaco san Juan Pablo II fue claro respecto a la libertad de los creyentes, una vez caído el Telón de acero

semanas después de la caída del Muro de Berlín y a escasos meses de la total disolución de la Unión Soviética, tuvo lugar el encuentro histórico entre el jefe del Estado comunista que había perseguido a la Iglesia durante décadas en su territorio y un Papa que había sufrido esa cruel persecución.

A todos les son conocidos los acontecimientos de los decenios pasados y las dolorosas pruebas a que fueron sometidosSan Juan Pablo II

San Juan pablo II, consciente de la trascendencia declaró a Gorbachov: «La visita que usted ha querido hacer al Sucesor de Pedro constituye un acontecimiento importante en la historia de las relaciones de la Unión Soviética con la Sede Apostólica, y como tal es considerada con profundo interés por los católicos del mundo entero, así como por todos los hombres de buena voluntad».

Libertad religiosa para todos

Tras recibirle en el Vaticano, el Papa no se arredró frente al dirigente soviético: «A todos les son conocidos los acontecimientos de los decenios pasados y las dolorosas pruebas a que fueron sometidos tantos ciudadanos por causa de su fe. En particular, es sabido cómo numerosas comunidades católicas hoy esperan con ansia poderse reconstituir y poder gozar de la guía de sus Pastores. La evolución reciente y las nuevas perspectivas abiertas nos llevan a esperar un cambio de la situación, gracias a la decisión de su Gobierno, en numerosas ocasiones afirmada, de proceder a una renovación de la legislación interna, con el fin de adaptarla plenamente a los solemnes compromisos internacionales, suscritos también por la Unión Soviética.

Mi opinión es que debe ser canonizado. Fue una personalidad formidable. Un gran humanista, el más grande, para míMijaíl Gorbachov

Mi pensamiento va particularmente a aquellos cristianos que viven en la Unión Soviética, en plena comunión con la Sede Apostólica. Para todos ellos –sean de rito latino, de rito bizantino o de rito armenio– hago votos de que puedan practicar libremente su vida religiosa».

Cuando empezó a hablarse del proceso de beatificación del Papa Karol Wojtyla, el ya ex presidente de la URSS la apoyó sin reservas: «Mi opinión es que debe ser canonizado. Fue una personalidad formidable. Un gran humanista, el más grande, para mí».