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Francisco en la JMJ de 2013 en Río de JaneiroGTRES

El Papa invita a los jóvenes a acudir a la JMJ23 de Lisboa

El Vaticano publicó ayer un mensaje del Papa firmado el 15 de agosto de 2022 que se titula «María se levantó y partió sin demora» (Lc 1,39)

El Papa anima a los jóvenes a asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) prevista para 2023 en Lisboa; en una carta publicada el lunes 12 de septiembre de 2022 y firmada el 15 de agosto, en ella el Papa propone a la Virgen como modelo para los jóvenes, quien «se levantó y partió sin demora».

En ese sentido el Papa invita a los jóvenes a «levantarse y partir» al encuentro con los demás y a tener cerca a la Madre de Dios, pues con ella cerca siempre hay esperanza y oportunidad para el reencuentro sobre todo después de «estos últimos tiempos, que han sido tan difíciles, cuando la humanidad, probada ya por el trauma de la pandemia, se ve desgarrada por el drama de la guerra, María reabre para todos y especialmente para ustedes, que son jóvenes como ella, el camino de la proximidad y del encuentro». Asimismo, insta a buscar a cristo, que siempre está ahí para nosotros y «es la respuesta de Dios a los desafíos de la humanidad en cada época».

María partió al encuentro de su prima Isabel, sin importarle su propio bienestar; ésta debe ser la actitud de los jóvenes ante la vida, buscar a Cristo en el otro, en el prójimo, y salir al encuentro del más necesitado, en este sentido el Papa escribía que la Virgen «estaba totalmente orientada hacia el exterior. Es la mujer pascual, en permanente estado de éxodo, de salida de sí misma hacia el gran Otro que es Dios y hacia los demás, los hermanos y las hermanas, especialmente los más necesitados, como lo fue su prima Isabel».

La prisa buena y la prisa mala

En su mensaje, Francisco, ha dedicado unas palabras sobre la forma de relacionarnos con los demás; sobre las prisas que caracterizan al mundo moderno, que tienen su lado positivo y su lado negativo.

«La prisa buena siempre nos empuja hacia arriba y hacia los demás. También existe una prisa que no es buena, como por ejemplo la que nos lleva a vivir superficialmente, a tomar todo a la ligera, sin compromiso ni atención, sin participar realmente en las cosas que hacemos; la prisa de cuando vivimos, estudiamos, trabajamos, salimos con los demás sin poner en ello la cabeza y, mucho menos, el corazón».