El Papa visitará la nueva catedral de Kiko Argüello en el desierto
Participa en un foro para fomentar el encuentro entre Oriente y Occidente
Hace un año se inauguró la nueva catedral de Baréin, Nuestra Señora de Arabia, con capacidad para 2.300 personas. Se trata del proyecto de un arquitecto italiano, ligado al movimiento Neocatecumenal, que ha contado con el asesoramiento artístico de Kiko Argüello. El Papa Francisco viaja esta semana a Baréin y el viernes tendrá un encuentro ecuménico en este templo moderno, decorado con frescos neo-bizantinos.
La catedral se construyó sobre unos terrenos donados por el monarca del país, donde se respeta la libertad religiosa. Gracias a este templo se puede atender a los cerca de 80.000 católicos que residen en Baréin, la mayoría empleados de la construcción y servicios, procedentes de Sri Lanka, India y Filipinas. Por ello, las numerosas celebraciones del fin de semana alternan las diversas lenguas de procedencia de los fieles.
Entrevista a Monseñor Yoannis L. Gaid
«Los frutos del histórico encuentro entre Francisco y el Imán de Abu Dabi se verán en seis meses»
El administrador apostólico de Arabia del Norte, monseñor Paul Hinder, asegura que «Baréin ha sido tradicionalmente un país muy abierto hacia los cristianos. No es casualidad que la primera iglesia del Golfo Pérsico se construyera aquí, en el año 1939. Y la relación siempre ha sido buena, así como el contacto directo con el Emir, en su momento, y con su Majestad el Rey, ahora».
Pese a la amplitud de esta nueva iglesia en Baréin, no será suficiente para albergar a los miles de católicos que asistirán a la Santa Misa el sábado 5 de noviembre. Para ello ha sido habilitado el Estadio Nacional de Baréin, una moderna instalación deportiva con capacidad para acoger a más de 35.000 personas.
Afianzar la relación con el mundo islámico
«La fraternidad y la paz» son los objetivos de este nuevo viaje del Papa Francisco a un país de mayoría islámica. Lo ha dicho en el Ángelus de este martes, día de Todos los Santos, para dejar clara la «necesidad imprescindible del encuentro entre Oriente y Occidente». De hecho, ese es el título del foro en el que participará estos días: Coexistencia Humana entre Oriente y Occidente, apadrinado por el monarca de Baréin y que se celebrará en el palacio real.
Además de encontrar a diversos líderes religiosos en este foro, el Papa tiene previsto mantener un encuentro privado con el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb. Se trata de uno de los líderes más importantes del mundo islámico, con quien firmó el documento sobre la ‘Fraternidad Humana’ en 2019.
Este viaje supone un paso más en el camino que comenzó con la firma de los Acuerdos de Abu Dabi, con la idea del diálogo como eje para la paz. El Papa Francisco quiere reforzar la idea de que las distintas religiones no solo no son fuente de conflicto, sino que son esenciales en la construcción de la paz.
El encuentro con líderes islámicos contribuye a dejar aislados a quienes instrumentalizan la religión y promueven la violencia en su nombre.
En la medida en que la mayoría de los líderes religiosos se suman a la lucha por la paz, también se consigue arrinconar a quienes justifican la violencia desde un liderazgo religioso, tal y como ocurre actualmente con la Iglesia Ortodoxa Rusa. Cada encuentro, en el que líderes religiosos de todo tipo claman por la paz, deja más aislado a quienes respaldan el uso de las armas.