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El Papa llega a Baréin como «peregrino de paz» y pide dignidad para los trabajadores

El pontífice llama la atención sobre la «guerra olvidada de Yemen» y la «emergencia de la crisis laboral mundial»

La primera jornada del Papa en Baréin, donde permanecerá desde hoy hasta el domingo, se ha cerrado con un encuentro con autoridades y el cuerpo diplomático, donde se ha presentado en silla de ruedas. Tras manifestar que ha viajado a este país de mayoría islámica «como hombre y peregrino de paz», el obispo de Roma ha advertido contra la «emergencia de la crisis laboral mundial».

Trabajo inhumano

Ha pronunciado estas palabras en un país donde el notable desarrollo económico ha hecho que la mitad de la población residente sea extranjera, atraída por las posibilidades laborales. El problema es que estos trabajadores son tratados, en muchas ocasiones, como ciudadanos de segunda clase. De hecho, el Papa ha asegurado que «hay demasiado trabajo deshumanizador. Esto no solo conlleva graves riesgos de inestabilidad social, sino que representa un atentado a la dignidad humana».

A juicio del pontífice, «el trabajo no solo es necesario para ganarse la vida, es un derecho indispensable para desarrollarse integralmente a sí mismo y para formar una sociedad a la medida del hombre». El problema es cuando no se pone en el centro al hombre y se le trata como un mero «medio para producir dinero».

Por ello, el Papa Francisco ha exigido que se garanticen las condiciones laborales «seguras y dignas del hombre, que no impidan, sino que favorezcan la vida cultural y espiritual, que promuevan la cohesión social, en favor de la vida común y del mismo desarrollo de los países».

Ante las autoridades del país ha querido también destacar que en Bahrein se fundara la primera escuela femenina que surgió en el Golfo, así como el que fuera el primer país de la zona en suprimir la esclavitud. El Papa Francisco considera que estos ejemplos deben llevar al país a ser «u faro que promueva en toda la región derechos y condiciones justas y cada vez mejores para los trabajadores».

«El peor lado del hombre»

En su primer discurso público en este viaje a Bahrein, el Papa Francisco ha hecho también referencia a la guerra, «que siembra destrucción en todas partes y erradica la esperanza». A su juicio, «en la guerra emerge el lado peor del hombre: el egoísmo, la violencia y la mentira», ya que la guerra representa también la muerte de la verdad.

Ha solicitado una vez más el rechazo a la lógica de las armas y ha llamado a «invertir la ruta, convirtiendo los enormes gastos militares en inversiones para combatir el hambre, la falta de asistencia sanitaria y de instrucción». Y se ha referido en concreto al dolor que siente por un conflicto que lleva años instalado en la Península Arábiga, en Yemen, un país «martirizado por una guerra olvidada que, como toda guerra, no conduce a ninguna victoria».

En este contexto, el obispo de Roma ha recordado que la Declaración del Reino de Bahrein reconoce que la fe religiosa es «una bendición para toda la humanidad». Por ello, ha declarado que viaja al país «como creyente, como cristiano, como hombre y peregrino de paz, porque hoy, más que nunca, estamos llamados a comprometernos seriamente por la paz».

El Papa intervendrá este viernes en la clausura del ‘Foro para el Diálogo entre Oriente y Occidente por la Coexistencia Humana’, un evento en el que insistirá en la unidad de los líderes religiosos frente a la violencia. Por la tarde, mantendrá un encuentro ecuménico de oración en la catedral de Nuestra Señora de Arabia.