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El papa Francisco en la tradicional Audiencia de los miércolesEuropa Press

Papa Francisco: «Los sacerdotes tienen las mismas fragilidades que el resto»

Francisco ha pedido a los sacerdotes que no sean «el centro» de la misa y les ha instado a huir de la «tentación del protagonismo mundano»

El Papa ha recordado que los sacerdotes comparten las mismas fragilidades, limitaciones y errores que el resto y ha advertido a los seminarios de que su misión no es «formar superhombres» en un discurso dirigido a los participantes del Curso para Rectores y Formadores de Seminarios Latinoamericanos, venidos de casi todos los países del Continente y del Caribe, organizado por el Dicasterio para el Clero.

Francisco ha recalcado que estos sacerdotes comparten así las «mismas necesidades humanas y espirituales» y que no hay que pretender formarlos para «saber y controlar todo y ser autosuficientes, sino lo contrario, es formar hombres que con humildad sigan el proceso elegido por el Hijo De Dios, que es el camino de la encarnación».

«Queridos sacerdotes formadores, es necesario dejar inercias y protagonismos e comenzar a soñar juntos, no añorando el pasado, no solos, sino unidos y abiertos a lo que el Señor hoy desea como formación para las próximas generaciones de presbíteros inspirados por las actuales orientaciones de la Iglesia», ha añadido.

Asimismo, ha destacado que una sana maduración humana coherente con la consolidación de la propia vocación y misión incluye «la normal superación de dificultades y períodos de crisis».

El Papa ha hecho hincapié en que uno de los desafíos más relevantes que hoy enfrentan las casas de formación sacerdotal es ser verdaderas comunidades cristianas, lo que implica no sólo un «proyecto formativo coherente, sino también un número adecuado de seminaristas y formadores que asegure una experiencia realmente comunitaria en todas las dimensiones de la propia vocación».

Dios no quiere «protagonistas»

Para el Pontífice, la dimensión humana de la formación sacerdotal «no es una mera escuela de virtudes, de crecimiento de la propia personalidad o de desarrollo personal» sino que pasa principalmente por «una maduración integral de la persona potenciada por la gracia de Dios que, aun suponiendo los condicionamientos biológicos, psicológicos y sociales de cada uno, es capaz de transformarlos y elevarlos, sobre todo cuando la persona y las comunidades se esfuerzan en colaborar con ella de modo transparente y veraz».

Por otro lado, Francisco ha pedido a los sacerdotes que no sean «el centro» de la misa y les ha instado a huir de la «tentación del protagonismo mundano». «Huyamos de la tentación del protagonismo mundano, que a menudo nos engaña disfrazándose de causas nobles», ha exclamado el Papa al final de la audiencia que ha concedido en el Vaticano a la comunidad del Pontificio Colegio Nepomuceno.

Del mismo modo, les ha advertido de que los sacerdotes no son «primeros actores» sino que es «Jesucristo quien es el puente, y es Él quien es el Pontífice».

El Papa ha subrayado de este modo que Dios no quiere «protagonistas» que son a veces «protagonistas de historias tristes y mediocres». Del mismo modo, ha señalado que lo peor que le puede ocurrir a un hombre o a una mujer consagrados es la «mundanidad espiritual».